Jugando a contagiarnos
La distancia social lo es todo. En primer lugar, una garantía para no enfermar y no contagiar la Covid. Y algunos parece que no se quieren dar cuenta. La pasada Noche de San Juan sin duda fue un buen campo de experimentación. A medida que relajamos el confinamiento hemos visto cómo crecia el número de personas infectadas. Y así sigue. La celebración de la llegada del verano nos ha dado la medida de la insensatez de algunos. Desde el Gobierno se ha apuntado a los más jóvenes. A ellos se les resposabiliza de comportarse de manera arriesgada para con el resto de sus conciudadanos. Empezando por los ancianos. Sus abuelos incluidos. A la vista de los casos de contagios en distintas partes de Europa, y el incremento de contagios también en España urge un ejercicio de responsabilidad. El coronavirus no se ha ido. Sigue ahí. Esperando su oportunidad. ¿Se la vamos a dar?