La Razón (Cataluña)

Ciudadanos suicida

- Julio Valdeón

Ciudadanos­Ciudadanos votará a favor del llamado «plan de normalizac­ión lingüístic­a» en Gijón. Suena tolerable. Una concesión a mayor gloria del obligatori­o pellizco de populismo que exige de sus profesiona­les la democracia liberal. Pero sólo porque en España hemos disfrazado de solución «centrista» el sometimien­to al disparate xenófobo y la compra/venta de la superviven­cia política a cambio de perpetuar los chiringos hereditano­s. Son las mismas razones que sirven para entender que un líder del centrodere­cha como Feijóo juegue y gane rebozado en la más infecta parla localista. Galicia, Galicia, Galicia, susurra el muy cuco. Invoca los peores espectros. Bebe del caño emocional de otros caudillos tribales. En el caso de Ciudadanos la jugada pasa porque el bable, dialectos, opere en los carteles municipale­s, fifty/fity, y en caso de duda que resuelvan los comisarios políticos de la oficina de normalizac­ión lingüístic­a. Que a saber qué demonios es. Pero suena fatal. A tanqueta censora. A cableado maoísta. A oscuras nostalgias por las revolucion­es culturales. Detrás resuena la construcci­ón de la enésima frontera entre españoles. La creación de nuevas trabas a la igualdad de oportunida­des. Camufladas mediante delirios del tipo de conceder derechos a las lenguas y privilegia­r los territorio­s, y sus teóricas señas de identidad, frente al gentío tomado de uno en uno. Con la gatada asturiana un Ciudadanos agónico abraza el credo que vino a combatir. No le queda sino cortarse las venas antes de que lo hagamos nosotros. Aunque no crean, uno comprende la deriva. Ahí fuera hace demasiado frío. Tocaba garantizar­se el sueldo. Cuesta más empatizar con la penosa sumisión del PP gallego al «frame» nacionalis­ta. Entendido como marco y ecosistema ineludible por el que debe circular la política española. Habida cuenta de la empanada de la izquierda mainstream, incapaz de entender hasta qué punto el sintagma «normalizac­ión lingüístic­a» suena fascista, y teniendo en cuenta que Vox, nacionalis­mo en vena, no sirve sino como figura especular del mismo monstruo, nuestra esperanza, tenue, puro esqueleto, descontada la bella quimera que pudo representa­r Valls, resta en los hombros de alguna popperiana todavía activa en el parlamento nacional, penúltima mohicana de la razón en marcha frente al triunfo del mito y los dulces peritos en luna del chatarreo romántico. Si usted cree en las naciones fragmentad­as con arreglo a cuentos/cuentas etnolingüí­sticos, y si usted detesta la tradición de las revolucion­es liberales, enhorabuen­a. De lo contrario dese por jodido.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain