Justicia para Congo
Este 30 de junio se cumple el 60 aniversario de la Independencia del Congo y Bélgica mira al abismo de uno de los momentos más sangrientos de su historia, aunque el horror ocurriera en tierras remotas y encubierto de filantropía. El movimiento Black Lives Matter y la oleada de vandalización de monumentos, de la que no han escapado las estatuas de Leopoldo II, ha sumido al país en un periodo de reflexión que se plasmará en una comisión parlamentaria que tiene como objetivo investigar qué pasó. Hace tiempo que los historiadores han señalado a Leopoldo II como uno de los genocidas más cruentos de la Historia contemporánea, pero quizá una de las mayores incógnitas reside en cómo disfrazó de bondad y altruismo la imposición de trabajos forzados y el expolio de materias primas, con el aplauso de la comunidad internacional que llegó a cederle el territorio a título personal en la Conferencia de Berlín celebrada en 1884-85.