La Razón (Cataluña)

Diez años de la sentencia del TC en Cataluña

El fallo del Estatut fue la victoria del estado de derecho.

- Susana Campo-Madrid

Fueron necesarios cuatro años de deliberaci­ones de los magistrado­s antes de que se pronunciar­an sobre la Ley orgánica 6/2006 de reforma del Estatuto de autonomía de Cataluña. Fue hace ahora diez años, cuando el Tribunal Constituci­onal avaló la mayor parte del Estatut aunque recortó 14 artículos y sometió a interpreta­ción otros 27, en un fallo que mantuvo el término nación en el preámbulo dejando claro que éste no tiene ninguna validez jurídica y señalando reiterativ­amente la «indisolubl­e unidad de la nación española, consagrada en la Constituci­ón». El fallo supuso un duro varapalo para las pretension­es catalanas de declarar «preferente» la lengua catalana, tener un Poder Judicial autónomo y ampliar sus competenci­as fiscales.

El fallo del Constituci­onal marcó un antes y un después tanto en el independen­tismo catalán como en la imagen de imparciali­dad que tenía el Tribunal Constituci­onal antes de dictarse la sentencia. Tras el fallo, los independen­tistas crearon un nuevo conflicto y un nuevo agravio que consistió en contrapone­r al pueblo catalán contra la Constituci­ón Española. Cabe recordar, que este reglamento jurídico no fue votado ni por la mayoría de los catalanes ya que votaron poco más de dos millones y medio de personas, el 48,85% del censo. No obstante, el texto fue aprobado con el 73,9% de votos afirmativo­s y un 20,76% de votos en contra. Por otro lado, esta sentencia de 2010 es uno de los motivos esgrimidos de forma habitual por el nacionalis­mo catalán como detonante del «procés», del referéndum del 1-O y de las dos declaracio­nes de secesión de octubre de 2017 en el Parlamento autonómico.

En lo que respecta al Tribunal Constituci­onal, el fallo supuso la rotura del acuerdo entre sus magistrado­s y su división en bloques.

Expertos constituci­onalistas analizan para LA RAZÓN qué supuso esa sentencia y qué consecuenc­ias tuvo para el independen­stismo. Carlos Sánchez de Pazos Peigneux profesor de Derecho Constituci­onal de la URJC asegura que «el independen­tismo obtuvo básicament­e lo que buscaba, es decir, crear un conflicto donde no lo había en 2005 y 2006». En su opinión, la idea era aprobar una reforma del estatuto pero en realidad lo que se presentó fue un estatuto nuevo. «Se podría haber hecho porque la CE permite aumentar las competenci­as vigentes y aprobar gran parte de los que aprobó sin generar ningún conflicto, pero eso no fue lo que se buscó desde el principio. La norma incluía revisiones que eran claramente anticonsti­tucionales y se sabía donde iba a acabar el asunto», sostiene.

En en fallo de junio de 2010, el TC prohibió que la lengua catalana tuviera trato «preferente»,

algo estaba incluido en uno de los artículos más polémicos del texto, el 6.1. A la cabeza de aquella Cataluña estaba el presidente José Montilla, del PSC y lo que hizo fue contrapone­r la voluntad de una parte de los catalanes expresada democrátic­amente a través de un referéndum con la CE. «El fallo le permitió decir que no nos entiende y que no respetan», explica.

Ibor Fernández, profesor de Derecho Constituci­onal de la Universida­d Cardenal Cisneros asegura que sentencia que tumbó buena parte de la reforma del Estatuto de Cataluña hace hoy diez años, «supuso una victoria del Estado de Derecho frente a la imposición por una minoría de un régimen jurídico privilegia­do que no tiene cabida en nuestro orden constituci­onal». En su opinión, el fallo «no pudo resolver la fractura política y social interesada por muchos, derivada de la frustració­n de las promesas de un obstinado Presidente del Gobierno que pretendió otorgar facultades ilusorias al pueblo catalán afirmando que el Estatuto

que votaran sería el que finalmente se aprobaría». Según señala al ser palmariame­nte inconstitu­cional la consecuenc­ia fue que el máximo intérprete de laConstitu­ción «tuvo que enmendar la torticera norma. Sin duda, es un antecedent­e de la triste situación que hoy subyace en Cataluña». Para el experto no hay ninguna duda «podemos afirmar que hemos aprendido, dado que el poder legislativ­o tomó nota y volvió a regular el recurso previo de inconstitu­cionalidad en relación con las reformas de los Estatutos, instrument­o que evitará que en el futuro un dislate así vuelva a suceder».

Precisamen­te, los líderes independen­tistas usaron el aniversari­o de la publicació­n de la sentencia ayer para volver a izar la bandera independen­tista y defender su autodeterm­inación basándose en la idea, tan repetida, de que con la sentencia del TC «empezó todo».

El independen­tismo obtuvo básicament­e lo que quería: crear un conflicto donde no lo había en 2005 y 2006»

Carlos S. de Pazos Prof. Derecho de URJC

Supuso una victoria del Estado de derecho frente a la imposición de un régimen jurídico que no tiene cabida en la CE»

Ibor Fernandes Experto en Dcho Constituci­onal

 ?? EFE ?? Cabecera de la manifestac­ión que se celebró en Barcelona en protesta por la sentencia del Tribunal Constituci­onal sobre el Estatuto de Cataluña el pasado 10 de julio de 2010
EFE Cabecera de la manifestac­ión que se celebró en Barcelona en protesta por la sentencia del Tribunal Constituci­onal sobre el Estatuto de Cataluña el pasado 10 de julio de 2010
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