67 d.C
La Iglesia Católica celebra hoy la festividad de San Pedro y San Pablo, las columnas que han sostenido la Cristiandad. Ambos murieron en la persecución del loco Nerón tal día como hoy del año 67 después de Cristo. Según los historiadores Simón Pedro (aquel a quien Jesús le dijo: «Tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia y el poder de la Muerte no prevalecerá contra ella»), fue crucificado y a petición suya con la cabeza abajo, por no morir como el Hijo de Dios. Pablo de Tarso murió, sin embargo, decapitado, ya que tenía la ciudadanía romana y un romano no podía ser crucificado. La tradición dice que la cabeza rodó por el suelo y de allí mismo surgió una vía de agua. Los restos de ambos, que fueron recogidos por algunos cristianos jugándose la propia vida, reposan en la Basílica del Vaticano.