«Un 19% de los bebés prematuros desarrolla alteraciones en el lenguaje»
ROSANNA MARÍ/logopeda en la unidad de estimulación precoz del servicio de neurología del Hospital Sant Joan de Déu
LosLos bebés prematuros pueden sufrir alteraciones en el desarrollo neuronal y cerebral puesto que éste no ha podido madurar ni adecuada ni suficientemente en el vientre materno y, como consecuencia de ello, es posible que el neonato manifieste a lo largo de su vida diferentes dificultades o alteraciones. Entre ellas, cabe destacar el riesgo de sufrir alteraciones en el lenguaje y la deglución, por ello es muy importante trabajar con estos niños de forma precoz, lo antes posible, porque cuanto más prematuramente se aborde el problema, mejores resultados se conseguirán. Así pues, en este contexto, es clave el trabajo de los profesionales de la logopedia a edad muy temprana, incluso a los días del nacimiento.
- ¿A partir de qué edad se puede empezar a trabajar con los niños? ¿Es necesario que éstos ya hayan empezado a hablar?
-No es necesario, porque hay diferentes aspectos que se pueden trabajar desde el campo de la logopedia más allá del lenguaje. Uno de los primeros que se trabaja es el de la deglución y lo trabajamos con prematuridad asociada, así que un logopeda no necesita que explote el lenguaje para poder empezar a trabajar. Podemos empezar a intervenir solos días después del nacimiento. Quizá a partir de la semana 34 con edad corregida sí que podemos empezar a intervenir directamente con la deglución, pero previamente preparamos todo. Hacemos un abordaje muy precoz, con una premura importante porque se consiguen mejores resultados. La explosión del lenguaje va a ser más tarde, pero todas estas estructuras se están preparando previamente y toda la información sensorial que podemos dar a este bebé le va a ayudar al desarrollo del lenguaje. En los cinco primeros años de vida es cuando se configura toda la arquitectura neuronal de ese bebé y hay que aprovecharse de ello. Si lo trabajamos más tarde, no significa que no se vayan a conseguir los objetivos, pero va a ser más difícil , más costoso y va a suponer un esfuerzo mayor para todos.
-Existen perfiles más propensos a sufrir problemas de logopedia, como lo niños prematuros. ¿Qué relación existe entre el nacimiento prematuro y estas dificultades?
-Es un signo de riesgo. Ello no quiere decir que todos los prematuros vayan a desarrollar este tipo de dificultades en el lenguaje o la deglución, pero sí se considera una condición de riesgo. Entre los prematuros hay una mayor predisposición porque tanto la deglución como el lenguaje están relacionados con el desarrollo neurológico y hay que tener en cuenta que la prematuridad también juega un papel importante en el desarrollo. La deglución muchas veces es considerada en la literatura como un prerrequisito del habla porque el habla y la deglución comparten estructuras, no solo anatómicas sino también a nivel de córtex cerebral y sistema nervioso.
-¿Qué porcentaje de niños prematuros manifiesta rasgos asociados al trastorno del lenguaje? ¿Representan un colectivo significativo respecto al total de niños que requieren logopedia?
-En torno a un 19%, cuando en población normal, y por normal entendemos tanto nacidos a término y nacidos prematuros, estaremos en un 7 u 8%. En relación a la deglución, por ejemplo, se estima que casi un 50% de niños neurológicamente sanos puede tener una alteración de la deglución relacionada con los procesos madurativos naturales, incrementándose hasta el 80% en niños que puedan tener alguna afectación neurológica. La prematuridad es un factor de riesgo para desarrollar estas alteraciones en la deglución y el lenguaje.
-¿Cómo se pueden detectar estos trastornos en el lenguaje de forma precoz cuando se trabaja con bebés prematuros?
-Nosotras estamos entrenadas para hacer una exploración a estos pacientes y valoramos, por ejemplo, items motores, exploración refleja... y utlizamos escalas. Se trata de una exploración y observación física. Ves que es lo que tocaría a nivel craneofacial en la normalidad y ves las variantes que puede haber en aquel niño prematuro, lo mismo con la exploración de los reflejos o los pares craneales, por ejemplo. La estructura de la cara, el fenotipo, nos da además mucha información del bebé, que tiene unos rasgos que nos ayudan a diagnosticar.
-Problemas en el habla, en la deglución... ¿Hay varios problemas o alteraciones asociadas a un mismo factor? -Deglución y habla van muy asocidados y por habla entendemos la calidad de la producción. Sin embargo, en lenguaje nos vamos a fijar más en otras cosas como la interacción mamá-bebé, si este bebé responde al estímulo sonoro, visual...
-En este contexto, ¿qué papel juegan las familias y el entorno?
-Recomendamos mucho a los papás que les hablen, les canten, interaccionen con ellos y que lo naturalicen al máximo posible y se empoderen. Y es que ello va a marcar también el futuro de la comunicación y el lenguaje del bebé. Es muy importante el empoderamiento de las familias y los rehabilitadores trabajamos, pero sobre todo enseñamos a las familias cómo hacer este trabajo porque sino aquel vínculo de la alimentación se puede perder. Toda nuestra intervención gira en torno a la familia, porque sin ese pilar no puedes organizar nada ni tampoco explorar, ya que es muy importante la información que te dan del día a día. Además, a los padres el ser activos les hace sentir bien y les da más seguridad.
-¿Hay que entender que todas estas alteraciones son reversibles?
-No todas. Hay niños con morbilidades alrededor que no lo permiten. En el ámbito del lenguaje, nosotros empezamos a trabajar cuando son neonatos, pero les seguimos durante años. En algunos casos, esta condición de prematuro ha ido asociada a otra patología como puede ser un trastorno del espectro autista y no se consigue el lenguaje. Hay que tener en cuante que autismo y prematuridad también van asociados, de hecho los niños prematuros tienen un 20% de riesgo de ser autistas, mientras que en población global estamos en el 1,8%.
Es clave trabajar con estos niños de forma precoz, porque cuanto más prematuramente se aborde el problema, mejores resultados se conseguirán»
Es importante el empoderamiento de las familias.Los rehabilitadores trabajamos, pero sobre todo enseñamos a las familias cómo hacer este trabajo»