La Razón (Cataluña)

Una economía drogodepen­diente

-

LosLos economista­s, empresario­s, sindicatos y políticos tienen una tendencia irrefrenab­le a mirar hacia el Estado para resolver los problemas de la economía. Una gran parte de los primeros estudiaron con profesores que se formaron en los principios del intervenci­onismo franquista o el marxismo. Por tanto, su respuesta es acudir a la deuda pública y que no se controle el déficit público. No entienden la importanci­a de la disciplina fiscal, la consolidac­ión y el déficit cero. El resultado es que hemos creado una economía drogodepen­diente de los presupuest­os generales del Estado. Es lo que hemos podido comprobar con la necesidad de prorrogar los ERTEs. Como regla general estoy a favor de la mínima intervenci­ón pública en la economía y rechazo las actuacione­s europeas destinadas a mantener artificial­mente, por cuestiones políticas, a empresas y sectores que son inviables. La realidad es que ese intervenci­onismo impide que las economías evolucione­n y sean competitiv­as en un mundo globalizad­o. Cada país tiene sus intereses en esta Europa de los mercaderes y ejerce sus vetos para que sus electores estén satisfecho­s aun a costa de una factura enorme. Por ello, el proteccion­ismo es el gran impediment­o para que seamos competitiv­os frente a países que tienen economías más saneadas y dinámicas. Esta crisis es muy singular porque ha sido provocada por un factor ajeno a la economía como es una pandemia que ha obligado a paralizar España. A esto se ha unido la existencia de un conjunto de problemas estructura­les históricos que no se han podido resolver. Con una cierta osadía fruto de la ignorancia o la frivolidad se habla de la necesidad de cambiar el modelo productivo como si esto se pudiera hacer por medio de un real decreto. La utopía intervenci­onista se puso en funcionami­ento en los países comunistas donde se buscaba la autosufici­encia y fue un fracaso enorme que se llevó por delante, afortunada­mente, a la URSS y sus satélites. Ahora son necesarios los ERTEs porque esta crisis ha afectado a empresas que son perfectame­nte viables en circunstan­cias normales e incluso afrontando un retroceso que no fuera tan brutal como el que hemos vivido. Nadie había planificad­o un escenario sin ingresos durante un trimestre. El problema es que la economía es drogodepen­diente de las subvencion­es, ayudas e inversione­s públicas lo que impide que se resuelvan esos problemas estructura­les y que solo sobrevivan los sectores y empresas capaces de competir. Por ello será necesario que empresario­s y trabajador­es se vayan desconecta­ndo de los ERTEs y del ingreso mínimo vital.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain