La Razón (Cataluña)

Muere Georg Ratzinger, hermano de Benedicto XVI

El Papa emérito viajó a Ratisbona para despedirse de él a mediados del pasado mes de junio, a pesar de su delicado estado de salud

- Ismael Monzón -

Benedicto XVI pudo cumplir su último deseo. El pasado 18 de junio, el Papa emérito tomó un avión por sorpresa y aterrizó en Múnich. De ahí a Ratisbona, donde visitó a su hermano Georg, en lo que la diócesis alemana calificó como un «encuentro muy personal que les dio fuerzas a los dos». Ambos sabían que sería la última vez. Ayer Georg Ratzinger falleció a los 96 años, víctima de una larga enfermedad. El hermano de Benedicto era tan importante para el Pontífice que le hizo salir del Vaticano por primera vez desde su renuncia, con 93 años y un delicado estado de salud. Joseph Ratzinger, de nuevo en el Vaticano, ha perdido así al último familiar que le quedaba vivo.

Georg nació en la ciudad bávara de Pleiskirch­en en 1924, tres años antes que Joseph. Con 11 años ya había entrado en un seminario, pero poco después llegó la Segunda Guerra Mundial y fue llamado a filas. Combatió con las tropas nazis de la Wehrmacht y en 1945 fue capturado en Nápoles por los Aliados. Terminado el conflicto, regresó a su país e ingresó de nuevo en el seminario junto a su hermano. Tal era su unión que ambos fueron ordenados sacerdotes el mismo día, el 29 de junio de 1951.

Después, cada uno siguió su camino. Joseph fue escalando en la jerarquía eclesiásti­ca alemana hasta llegar a Roma, mientras que Georg se dedicó a la música, su verdadera pasión desde niño. En 1957 ya era director en una capilla y en 1964 se puso al frente del coro de Ratisbona. Dirigió a los niños cantores durante tres décadas. Realizó giras por el mundo y grabó con el prestigios­o sello discográfi­co Deutsche Grammophon, con el que la familia tenía una buena relación. Sin embargo, toda esta carrera musical quedó empañada hace tres años, cuando una extensa investigac­ión reveló que entre 1953 y 1992 más de 500 niños del coro habían sufrido abusos. La mayoría era por agresiones físicas, aunque también hubo abusos sexuales y denuncias de violacione­s. Los abogados acusaron a Georg Ratzinger de «saber todo y haber cerrado los ojos». Él dijo que en sus 30 años como director nunca vio nada.

Mientras tanto, Joseph Ratzinger ascendió a cardenal, después asumió el cargo de prefecto en la Congregaci­ón para la Doctrina de la Fe y en 2006 fue elegido Papa. «Tengo que admitir que no me lo esperaba y que estoy un poco desilusion­ado. Debido a sus numerosas ocupacione­s, entendí que nuestra relación se resentiría notablemen­te», admitió sin tapujos Georg, cuando su hermano asumió el trono de San Pedro. No obstante, durante el pontificad­o la relación entre ambos continuó intensa. Los viajes de Ratisbona a Roma fueron numerosos. Así, hasta que en 2013 Benedicto XVI cambió el sentido de la historia y anunció su renuncia. Su hermano, que lo conocía bien, lo debió ver venir. En 2011 advirtió en una revista alemana que «si no se encuentra bien físicament­e, debe tener el valor de dimitir». Dicho y hecho. Aunque Benedicto no volvería a Alemania hasta hace dos semanas, cuando no quiso perder la oportunida­d de despedirse.

En los corillos vaticanos se empezó a murmurar que quizás el Papa emérito había viajado a su país para no regresar. «Permanecer­á el tiempo que haga falta», había dicho el portavoz de la Santa Sede, Matteo Bruni. Aunque cuatro días más tarde, Benedicto disipó todos los rumores. Realmente acudió a Ratisbona para cumplir una última misión, ver por última vez a su hermano. Rezaron juntos y ambos se sintieron en paz.

Tal era la unión de Benedicto con su hermano, que ambos fueron ordenados sacerdotes el mismo 29 de junio de 1951

 ?? REUTERS ?? El Papa Benedicto XVI, rezando junto a su hermano, Georg Ratzinger, en su capilla privada del Vaticano, en 2012
REUTERS El Papa Benedicto XVI, rezando junto a su hermano, Georg Ratzinger, en su capilla privada del Vaticano, en 2012

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