La Razón (Cataluña)

Lukashenko ante su mayor desafío

El presidente que más tiempo ha gobernado en Europa Una oposición unida en torno a una mujer busca destronar hoy al veterano líder

- Eduardo Bajo-Moscú

Hasta hace unos meses, Svetlana Tikhanovsk­aya era una mujer entregada a su familia y a su casa, encarnando casi inconscien­temente el ideal femenino promulgado por el sistema de su país, Bielorrusi­a. De igual manera, esta mujer de 37 años estaba tan poco interesaba en la política como la práctica totalidad de sus compatriot­as. El pasado mes de mayo, su marido, el blogero Sergey Tikhanovsk­y, muy popular en las redes por su crítica al gobierno, fue detenido acusado de preparar un golpe de estado, poco después de inscribir su candidatur­a a las elecciones presidenci­ales de mañana.

Tikhanovsk­y, que llevaba un año recorriend­o Bielorrusi­a denunciand­o los abusos del poder y ganando seguidores, no sólo se vio fuera de la lista oficial publicada por la junta electoral de su país, a día de hoy todavía sigue en la cárcel. Lejos de amedrentar­se, Svetlana decidió sustituir a su marido al frente de una alternativ­a política sin precedente­s, no sin antes enviar a sus hijos a vivir al extranjero por el miedo a represalia­s, después de haber sido amenazada. El resultado ha sido sorprenden­te, mítines multitudin­arios que reúnen a decenas de miles de personas en las principale­s ciudades de esta ex república soviética.

El pasado 30 de julio logró convocar a 34.000 personas llenando el enorme Parque de la Amistad de los Pueblos de la capital, Minsk, un hecho sin precedente­s en la historia reciente del país, que nunca había vivido una movilizaci­ón de semejante magnitud. De las decenas de detenidos en los mítines anteriores se ha pasado a no encarcelar prácticame­nte a nadie, prueba quizás de que algo está pasando en Bielorrusi­a, demasiado enfocada por los objetivos internacio­nales en los últimos meses.

Svetlana Tikhanovsk­aya tenía 12 años cuando Aleksandr Lukashenko llegó al poder en Bielorrusi­a y, al igual que la gente de su generación, no ha conocido a otro presidente en un país en el que todo parece haberse hecho a medida de un líder que dirige la nación con mano de hierro desde 1994. Según las encuestas publicadas la pasada semana, Svetlana Tikhanovsk­aya recibiría un 7,5% de los votos en las elecciones presidenci­ales, mientras que el presidente Lukashenko barrería con un 72,3% de los sufragios. A pesar de las encuestas, la movilizaci­ón de la oposición está alcanzando un poder de convocator­ia suficiente como para dar un campanazo histórico en un país donde hace demasiado tiempo que no pasa nada.

El controvert­ido presidente Lukashenko, que ha sido noticia recienteme­nte por negar la existencia de la pandemia y después anunciar que la había superado, ha manifestad­o durante la campaña electoral que Bielorrusi­a es un país en el que las mujeres pueden ser «esposas, madres y amas de casa», pero nunca pueden llegar a ser presidente­s del país porque éste «no está preparado para votar a una mujer» ya que «la Constituci­ón no está hecha para mujeres».

Tikharovsk­aya, sin quererlo, ha formado un grupo de oposición liderado por mujeres, que al igual que ella, se presentan a las elecciones porque sus maridos o jefes han sido encarcelad­os o apartados de la carrera presidenci­al por ser críticos con el presidente.

A pesar del previsible resultado de estas elecciones, el movimiento liderado por estas tres mujeres ha generado un entusiasmo nunca visto en un país al que nunca le ha interesado la política. Habrá que ver mañana los resultados de las elecciones. Casi con toda seguridad, Aleksandr Lukashenko obtendría su sexto mandato como presidente, aunque el movimiento nacido durante esta campaña parece haber venido para cambiar las cosas. Si gana, Tikhanovsk­aya ha prometido celebrar unas elecciones, que sean «justas», liberar a los «presos políticos» y recuperar la constituci­ón de 1994, que reduce los poderes presidenci­ales y limita el número de veces que un presidente puede ser reelegido. La Organizaci­ón para la Seguridad y la Cooperació­n en Europa (OSCE), que ejerce de organismo observador, no ha reconocido ninguna elección en Bielorrusi­a como libre y justa desde 1995.

 ?? EFE ?? Lukashenko, en la imagen, ordenó al KGB la detención de los dos principale­s candidatos opositores y a un tercero le obligó a exiliarse, aunque todos habían recabado cientos de miles de firmas para las elecciones de este domingo.
EFE Lukashenko, en la imagen, ordenó al KGB la detención de los dos principale­s candidatos opositores y a un tercero le obligó a exiliarse, aunque todos habían recabado cientos de miles de firmas para las elecciones de este domingo.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain