La Razón (Cataluña)

ESCALAMOS, DOCTOR SIMÓN, DE PLATAFORMA A PLATAFORMA

- ANTONIO BURGUEÑO CARBONELL

LeLe ha caído a usted, un aparente médico tranquilo que tuvo la suerte de ejercer la Medicina en pueblos de Aragón, verdadero caudal de sabiduría popular que viene a convertir en un orfebre de la ciencia de Paracelso, a quien tuviera la suerte de haber salido de las aulas, con un bagaje razonable de conocimien­tos y vocación de servir a los demás. Un compañero de usted que esto escribe, con el respeto que me merece, tuvo la suerte de vivir la medicina en esa maravillos­a tierra de gente noble en su Aragón, en Paracuello­s de Jiloca, allá por los años de la epidemia del cólera de los últimos años de la Dictadura. Allí, aprendimos los médicos de una generación que las noticias políticas, «diarrea estival», nada tienen que ver con la realidad de meter veinte litros de agua salina con potasio, ¡¿cómo les cabria?!, para que los ancianos roncos por la sequedad de sus cuerdas vocales.

Usted seguro, que en sus años de médico rural y, después, nada menos que en África, debería haber conseguido esa sensibilid­ad de confabular­se con el enfermo y su familia, desdeñando las noticias oficiales de manejo político que tanto daño hacen a nuestra profesión.

Pues, he aquí, que no es su caso, para triste realidad de los españoles y sobre todo, Dr. Simón, para los enfermos a millares y a sus familiares. Hace pocos meses, ¿se acuerda?, al principio de todo esta terrible enfermedad, usted vendía «políticame­nte» tranquilid­ad a la población, porque no había peligro. Y es que usted esperaba un enfermo cero muy «malito», como si de un Ébola se tratase, y no se percató de que la población se había cargado de «infiltrado­s», asintomáti­cos, contagioso­s. Dr. Simón, que ya es un axioma en este virus y que la explosión iba a ser «en pistoletaz­o», para asimilarno­s a los mecánicos y hacernos comprender con facilidad.

Hace pocos meses usted vendía “políticame­nte” tranquilid­ad a la población, porque no había peligro. Y es que usted esperaba un enfermo muy “malito”, como si de un Ébola se tratase»

Ahora, consolidad­a su posición y su ascenso en la escala funcionari­al, en vez de dejar a los españoles que rehagan un póco su vida, nos mantiene la tensión comunicánd­onos de día en día adonde esta la epidemia, describien­do los campamento­s por su altura, subiendo a esos «ochomiles», sobrecogid­os a diario porqué usted cualquier día nos viene a meter en casa, porque no hemos sido buenos chicos. Es más, viene a provocar a otros estamentos, como ya hiciera al principio d e la epidemia, con las mismas ocurrencia­s insolvente­s que demostrara entonces. El hallazgo de los «asintomáti­cos» en Madrid, tiene sus particular­idades. Unas, muy comunes con el resto de poblacione­s. Siguiendo a los «sabuesos» de Sherlock Holmes su autor, el Dr. Conan Doyle, pensaría dónde y con quien ha estado previament­e el protagonis­ta. Y hacer los PCR a sus contactos.

Después de lo que costó aprender en esta enfermedad el papel de los asintomáti­cos, no le eche broncas a la Comunidad y realice en toda España sus muestras analíticas masivas»

Pero, en las grandes ciudades, y Madrid es una de ellas, Dr. Simón, en la que usted se mueve con su moto y su respetuosa individual­idad, el asintomáti­co, se mueve en muchos lugares entre desconocid­os que le son próximos, por un rato, en sus viajes en trenes, en metro y en autobús, y obviamente en otros espacios comunes. No lo digo para alarmar, sino para que usted concrete medidas de buscar el índice de «potenciale­s contagiado­res» que a diario se mueven y se encuentran en Madrid. Y que en un rinconcito de los grandes intercambi­adores de la ciudad, se establezca­n a diario una toma de las mismas muestras, al azar, de personas que accedan y salgan a las grandes poblacione­s del cinturón. Genere un índice de hallazgos positivos, y siga la pista al revés, en ascenso, en búsqueda de las fuentes de los asintomáti­cos.

Después de lo que costó aprender en esta enfermedad el papel de los asintomáti­cos, no le eche usted broncas a la Comunidad, y realice en toda España, pero más en Madrid, sus muestras analíticas masivas no para cerrar las poblacione­s, sino para no hacerlo nunca más.

 ?? EFE ?? Un grafiti con la imagen del director del Centro de Coordinaci­ón de Alertas y Emergencia­s Sanitarias, Fernando Simón, en Barcelona
EFE Un grafiti con la imagen del director del Centro de Coordinaci­ón de Alertas y Emergencia­s Sanitarias, Fernando Simón, en Barcelona

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