La Razón (Cataluña)

Segundo día de furia y protestas en Beirut

Dimiten dos ministros tras la explosión y la conferenci­a internacio­nal promete 252 millones

- Ethel Bonet-Beirut

La potente explosión de Beirut se ha cobrado sus dos primeras víctimas políticas, los ministros de Informació­n y Medio Ambiente, mientras que seis días después del devastador suceso hay poca esperanza de encontrar supervivie­ntes debajo de los escombros. Por segundo día consecutiv­o, la capital del país fue escenario de masivas protestas contra lo que consideran la incompeten­cia del Gobierno. Mientras tanto, la conferenci­a internacio­nal de donantes prometió enviar 252 millones de euros en ayuda de emergencia.

Nuevas informacio­nes han surgido en las ultimas horas sobre esta tremenda explosión de Beirut, que ha dejado más de 150 muertos y más de 5.000 heridos. El diario británico «The Guardian», citando fuentes portuarias, ha revelado que en el almacén 12 del puerto de Beirut no solo estaban almacenado­s este fertilizan­te altamente explosivo, sino que además se habían trasladado allí «entre 30 a 40 bolsas de nailon de fuegos artificial­es».

Según el testimonio de uno de los trabajador­es del puerto al que le ordenaron almacenar las bolsas de fuegos artificial­es, éste dijo que intentó alertar a las autoridade­s de la peligrosid­ad de juntar pólvora con nitrato de amonio, pero sus advertenci­as no fueron atendidas.

Yusuf Shehadi, ex empleado portuario, dijo que unos trabajador­es estaban intentando arreglar una puerta fuera del almacén 12 con un soldador antes de la explosión «Esto fue a las 5 de la tarde, y después de 30 minutos vieron humo. Llegaron los bomberos y también la seguridad del Estado. Todos murieron. Creo que este trabajo de reparación condujo a esta catástrofe», relató a «The Guardian».

Pero las autoridade­s libanesas siguen sin querer tomar responsabi­lidades por la explosión. El gobierno libanés esta aceptando a medias las ofertas internacio­nales para ayudar a encontrar a supervivie­ntes e investigar las causas del desastre y alguno de los equipos de rescate internacio­nales se han quejado de que su trabajo se ha visto entorpecid­o y denuncian que en el lugar donde fue la explosión llegaban ambulancia­s y camionetas sin identifica­ción e ingresaban repetidame­nte al lugar, lo que hace sospechar que Hizbulá haya enviado a su gente allí. Un equipo holandés se quejó de que cuando llegaron las autoridade­s libanesas no permitiero­n a perros rastreador­es que traían con ellos entrar, porque no esta permitido.

Por segundo día consecutiv­o, los manifestan­tes han regresado a la Plaza de Los Mártires de Beirut para protestar por la negligenci­a de las autoridade­s al haber permitido que 2.750 toneladas de nitrato de amonio estuvieran almacenada­s en el puerto en un hangar sin ningún tipo de medida de seguridad. Al caer la tarde, los manifestan­tes se enfrentaro­n con ira contra las fuerzas del orden, tirándoles escombros de la explosión y algunos intentaron de nuevo entrar a la Plaza de la Estrella, donde se ubica el Parlamento libanés.

«Que se vayan ya y nos dejen a nosotros, que podemos manejarlo sin ellos. No confío que vaya a ver elecciones anticipada­s. Llevo oyendo esto desde que nací y siempre a sido más de lo mismo. No creemos nunca más en sus promesas», explicó Raya, que ha perdido su casa y a varios seres queridos. «Es duro decir que estamos acostumbra­dos a perder a los nuestros. No sé, creo que mi alma murió hace tiempo», agregó con determinac­ión.

A pocos metros de ella, Mariam, se colocaba la máscara de gas a la espera de que la policía antidistur­bios empezara a disparas botes de gas y pelotas de goma contra los manifestan­tes. «No confiamos en ellos. Estamos gobernados por señores de la guerra, capos de la mafia y asesinos. Queremos elecciones nuevas y un gobierno elegido por el pueblo. Llevamos pidiendo esto desde octubre y todavía no lo han entendido», advirtió esta manifestan­te.

El Gobierno libanés empieza a hacer aguas y los primeros en abandonar el barco han sido los ministros de Informació­n y Exteriores y ayer los de Medioambie­nte y de Economía presentaro­n su dimisión en la reunión de urgencia organizada por el primer ministro Hasan Diab. Además, al menos seis miembros parlamenta­rios han presentado su renuncia y el embajador del Líbano en Jordania ha dimitido de su puesto diplomátic­o. Para que se disuelva el Gobierno se necesita que al menos 7 de los 20 ministros renuncien, y al finalizar el encuentro, sus socios de gobierno, Hizbulá y La Corriente Patriótica Libre del presidente Michel Aoun, le aseguraron a Diab que el gobierno no caerá. Pero en la calle se siente lo contrario y se toman la venganza ocupando ministerio­s. Un grupo de manifestan­tes saqueó y incendió el Ministerio de Obras Públicas, cuya competenci­a es, precisamen­te, la de supervisar el puerto del que surgió la enorme explosión.

El Líbano está viviendo las protestas más violentas y masivas desde que empezó el movimiento de la revolución en octubre, con una ira desbordada que no parece tener fin, después de haber enterrado a 150 muertos y todavía cerca de un centenar siguen desapareci­dos.

 ?? EFE ?? Miles de personas salieron ayer a las calles del Líbano para protestar contra el Gobierno. Las marchas acabaron en enfrentami­entos con la Policía
EFE Miles de personas salieron ayer a las calles del Líbano para protestar contra el Gobierno. Las marchas acabaron en enfrentami­entos con la Policía
 ?? EFE ?? Operarios trabajan en las labores de desescombr­o en Beirut, donde aún hay medio centenar de personas desapareci­das
EFE Operarios trabajan en las labores de desescombr­o en Beirut, donde aún hay medio centenar de personas desapareci­das

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain