China se venga de las represalias de Trump
Las tensiones entre Pekín y Washington han escalado a cotas sin precedentes, después de que China anunciara ayer sanciones contra once estadounidenses por inmiscuirse en los asuntos de Hong Kong, en represalia a las medidas tomadas por Washington el viernes contra varios altos cargos de la ciudad semiautónoma china, incluida su jefa ejecutiva Carrie Lam. «China ha decidido imponer sanciones contra ciertas personas que se han portado mal sobre temas relacionados con Hong Kong», señaló ante la Prensa el portavoz del ministerio de Exteriores, Zhao Lijian, sin especificar lo que las sanciones implicarían. Zhao indicó que las penalizaciones chinas entrarían en vigor ayer mismo y afectarían a los senadores republicanos Ted Cruz, Marco Rubio, Tom Cotton, Josh Hawley y Pat Toomey y el representante
Chris Smith, así como integrantes de grupos sin fines de lucro y de derechos humanos. Además, a la lista se añadió a Carl Gershman, presidente de la Fundación Nacional para la Democracia, organización creada para contribuir a la lucha contra el comunismo en la Guerra Fría; a Derek Mitchell, presidente del Instituto Democrático Nacional y al director ejecutivo de la ONG Human Rights
Watch, Kenneth Roth, quien tiene prohibida su entrada en Hong Kong desde enero, entre otros.
En particular, la lista de 11 personas no incluye a ningún funcionario de la Administración o de la campaña de Donald Trump ni a ningún miembro de su familia o socios comerciales. El movimiento de Pekín es el último de una ronda de sanciones «ojo por ojo» entre China y EE UU sobre las denuncias de abusos de derechos e interferencias.
El portavoz reiteró que las interferencias estadounidenses en Hong Kong «violan el Derecho Internacional y los principios que rigen las relaciones internacionales» e instó a EE UU a que «corrija sus errores y a que abandone el camino erróneo que ha tomado», añadió. China reaccionó de manera enérgica el sábado, calificando a las sanciones impuestas por Trump de «bárbaras y groseras».