Un muro «made in» Monchi
El director deportivo sevillista ha vuelto a demostrar su buen ojo con los fichajes de Diego Carlos, Koundé y Fernando
y la Ligue 2. Diego Carlos costó 15 millones y la web Transfermarkt ya le ha colocado un valor de mercado de cincuenta. El actual Sevilla no es un club tan vendedor como hace unos años, pero si alguien tiene que salir, que sea triplicando como poco lo que se pagó por él.
Diego Carlos es más evidente a ojos del aficionado general, a lo que ayuda un físico tan imponente, que es imposible competir con él cuando se quita la camiseta en la playa. Con Koundé ha formado una sociedad perfecta, porque donde no llega uno aparece el otro. El más veterano de
EL SEVILLA BUSCA HOY
la pareja se encarga, además, de manejar los tiempos de los partidos, algo clave en este Sevilla ultra competitivo que se ha colocado entre los favoritos a volver a reinar en su competición preferida.
Por delante de ellos en la pizarra de Lopetegui aparece Fernando Reges, un boina verde del fútbol que ya está más cerca de la retirada que de otra cosa, pero que todavía tiene cuerda por delante. Eso pensó Monchi cuando se lo compró al Galatasaray por 4,5 millones de euros. Es el mediocentro que equilibra al Sevilla, jugando de tercer central cuando es necesario y guardando las espaldas de los extremos. Jugó en el Manchester City las dos temporadas que fue dirigido por Pellegrini y también una tercera ya con Guardiola. Llegó a los citizens desde Portugal, por donde también pasó este brasileño que le da al Sevilla justo lo que necesita. Gudelj, ahora de baja por coronavirus, es su sustituto natural en la plantilla, aunque lo cierto es que Fernando es insustituible.
Los de Lopetegui han encajado sólo cuatro goles en los nueve partidos que han jugado en lo que va de Liga Europa. Cinco menos que su rival de hoy, el Wolverhampton de Nuno Espírito Santo, un equipo que se nutre de los futbolistas y técnicos del universo de Jorge Mendes. Por sensaciones, los sevillistas llegan mucho mejor, pero a partido único todo es posible. Es un día para ser sólidos y nada mejor que este muro «made in» Monchi.