Las residencias acaban esta semana la primera ronda de vacunación
Salud suspende de empleo a tres enfermeras por ofrecer una dosis de Pfizer a sus familiares
La campaña de vacunación de Cataluña coge ritmo después de un arranque a trompicones. Ayer a mediodía llegó el primer lote de la vacuna de Moderna, 5.800 dosis que empezarán a administrarse entre el viernes y el sábado. Y si todo va bien, el lunes, Josefa Pérez, la señora de 89 años que reside en el centro Feixa Llarga de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona) y que el 27 de diciembre se convirtió en la primera catalana en ser vacunada, recibirá la segunda dosis.
De las 180.000 dosis de la vacuna de Pfizer/BioNTech que han llegado a Cataluña, se han distribuido 136.450 y se han administrado 91.335. Hasta ayer se habían vacunado ya 31.884 residentes de centros de la tercera edad y discapacitados, 16.636 profesionales de esos centros y 42.815 a profesionales sanitarios que trabajan en primera línea. El departamento departamento de Salud se ha guardado las 18.450 dosis restantes para empezar a suministrar la semana que viene la segunda dosis de esta vacuna que debe ponerse entre 21 y 40 días después del primer pinchazo. Salud tiene claro que no hay que retrasar al segunda dosis porque una población a medio vacunas se corre el riesgo de que se creen cepas resistentes. Habitualmente, cada semana, llegan 60.000 dosis del sérum de BioNTech-Pfizer, mientras que
Moderna espera entregar 98.000 dosis a lo largo de febrero.
El secretario de Salud Pública, Josep Maria Argimon, epxlicó en una rueda de prensa telemática junto a la subdirectora general de Promoción de la Salud y responsable del programa de vacunación contra la covid, Carmen Cabezas, que si no hay imprevistos, esta semana acabará la primera ronda de vacunación en las residencias catalanas que estén en verde y entre los profesionales sanitarios. El lunes empezarán la segunda ronda con Josefa y Conchita, la directora de la residencia. Argimon estima que en la primera fase de vacunación, que inmuniza a los residentes, al personal de las residencias y personal sanitario, se administrarán una 748.000 dosis y se alargará hasta marzo.
Tanto residentes como sanitarios han aceptado bien la vacuna. Donde han encontrado más reticencias es entre los empleados de las residencias. Un 8% de estos trabajadores han rechazado ponerse la vacuna. Alegan posibles alergias, embarazo o miedo. Entre el personal sanitario el rechazo no llega ni al 1%.
Según los estudios, la vacuna de Pfizer-BioNTech ofrece un 95% de efectividad una semana después de la segunda dosis y que apenas se han observado efectos secundarios, más allá de dolor en el brazo e inflamación, habitual en las inyecciones. En Cataluña, se han observado reacciones leves en un 0,2% de las personas que han recibido la vacuna. «El efecto secundario más común es dolor en el brazo, aunque en algún caso aislado se ha observado urticaria, inflamación o febrícula», ha explicado Cabezas.
Sobre la vacuna de Moderna, ha recordado que tiene una efectividad del 94%. También, que a diferencia de la alemana, se almacena a 20 grados bajo cero y requiere una logística distinta. Esta vacuna no irá a las residencias porque debe descongelarse y administrarse. No se puede transportar descongelada como la de BioNTech/Pfizer. Los primeros hospitales que pincharán Moderna serán el de Sant Joan de Déu de Barcelona, Amposta, Manresa y Mataró.
En la segunda fase de vacunación, se inmunizará gradualmente a mayores de 80 años, 70 años, enfermos crónicos y personal esencial. Argimon no sabe responder cuándo se vacunará el resto de la ciudadanía. El ritmo dependerá del tipo de vacuna que llegue, la cantidad y la cadencia.
Visiblemente enojado, Argimon explicó también que Salud ha apartado a tres profesionales sanitarios del Institut Català de la Salut (ICS), que invitaron a cinco de sus familiares a vacunarse aprovechadno que estaban vacunando en una residencia de discapacitados de Terres de l’Ebre. «No permitiré estas actuaciones», avisó.