Barcelona quiere hacer obligatorio casco y seguro a patinetes eléctricos
La Guardia Urbana ha puesto en marcha un dispositivo para controlar que se cumpla la nueva normativa de la DGT, que entró en vigor el pasado 2 de enero
Se avecinan cambios en la movilidad de Barcelona. Si el martes el Ayuntamiento anunciaba que recargar los coches eléctricos va a ser de pago a partir del 18 de enero, ayer le tocó el turno a los patinetes eléctricos. El Ayuntamiento quiere obligar a que el casco y el seguro sean obligatorios, según anunció la concejal de movilidad Rosa Alarcón.
«Mi posición es que es necesario casco y seguro por temas de siniestralidad», expresó Alarcón, y apuntó que, en caso de que el Pacto por la Movilidad lo acepte, la medida podría tardar más de un año en hacerse efectiva. La medida, sin embargo, suscita dudas, como por ejemplo si los ciclistas o los usuarios de servicios de «sharing» también estarán sujetos a estas condiciones
Al respecto, Alarcón señaló que es un debate en el que, por ahora, el gobierno municipal no prevé entrar: «En relación a las bicis hay un debate mucho más fuerte», apuntó. Sobre el concurso de «sharing» de patinetes eléctricos, que estaba inicialmente previsto para 2020, Alarcón dijo que prevén consensuar un texto con el sector y que se abra el concurso a principios de verano de este 2021.
La propuesta para hacer obligatorios el casco y el seguro surge en el marco de la nueva normativa de la DGT para patinetes eléctricos y vehículos de movilidad personal, que da un margen a los ayuntamientos para hacer adaptaciones. Según la concejala, «de momento sólo lo planteamos para los VMP», y no a las bicicletas.
Por su parte, el teniente de alcalde de Seguridad, Albert Batlle, ha asegurado que «ya no se trata de una fase de hacer pedagogía, sino de aplicar correcciones». Según los últimos datos presentados por el Ayuntamiento, en el año 2020 se interpusieron 8.492 denuncias usuarios de patinete eléctrico (un 30% más que en 2019).
A partir del 18 de enero, la Guardia Urbana reforzará el dispositivo para garantizar que los usuarios de VMP, especialmente los patinetes, circulan cumpliendo con la nueva normativa estatal, que entró en vigor el pasado 2 de enero. La capital catalana deberá reducir de los 30 a los 25 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida a los patinetes para adaptarse al Real Decreto y no podrán circular por calles de plataforma única por los que no circulen vehículos.
Velázquez ha explicado que en 2020 aumentaron un 29% las denuncias a VMP: en 2019 se interpusieron 6.546 y el año pasado 8.492, la mayoría por circulación de riesgo y por circular por lugares por los que no está permitido. «Debemos ser inflexibles con determinadas conductas», aseguró y explicó que hay puntos de la ciudad, como la rambla Catalunya, en la que la vulneración de la normativa es habitual, y donde se hará un mayor control del cumplimiento de la misma.
Las denuncias a vehículos de movilidad personal aumentaron un 29% en 2020. En total fueron 8.429 multas