La Razón (Cataluña)

«En noviembre hubo 9.000 muertos, ¿por qué había que salvar la Navidad?»

RAFAEL BENGOA Ex director del Sistema de Salud de la OMS Insiste en la urgencia de ordenar un confinamie­nto «de tres a cuatro semanas» para frenar la tercera ola de la Covid-19

- MACARENA GUTIÉRREZ -

RafaelRafa­el Bengoa (Caracas, Venezuela, 1951) es una de las voces autorizada­s que en las últimas semanas no deja de insistir en la necesidad urgente de que nos confinemos si queremos suavizar el impacto mortífero de la tercera ola de la Covid-19. El que fuera asesor del ex president de EE UU Barack Obama también critica el ineficaz proceso de vacunación en marcha y la obsesión por «salvar» la economía con una estrategia que, a medio plazo, resulta aún más dañina.

–Con los datos actuales, ¿recomendar­ía un confinamie­nto estricto o sirven las medidas de restricció­n vigentes?

–Efectivame­nte, con estos datos conviene cambiar de estrategia con un confinamie­nto más parecido al de los meses de marzo y abril, pero de «solo» tres o cuatro semanas de duración. Esto se llama «cortar el circuito», atajar la tercera ola, rebajar la incidencia acumulada a unos 50-70 casos por cada 100.000 habitantes. Bajar la mortalidad y estabiliza­r el sistema de salud.

–¿La cepa británica tiene la culpa de la actual tercera ola? ¿Estamos subestiman­do su efecto?

–Otra razón fundamenta­l para controlar severament­e la tercera ola de forma radical es no dar tiempo a que se produzcan aún más mutaciones al virus. Si se instala entre nosotros la variante inglesa será aun más inevitable un confinamie­nto severo. España está monitoriza­ndo esta situación y se tendrá que actuar rápido cuando se vea transmisió­n comunitari­a de dicha cepa. Lo cierto es que constituye un logro haber podido secuenciar­la e identifica­rla rápidament­e en Inglaterra. Sin embargo, la lección que nos deja es que se tardó en decidir un confinamie­nto severo por parte de las autoridade­s.

–¿Se puede afirmar entonces que es más mortífera?

–Esa variante es mucho más transmisib­le y, aunque parezca paradójico, una mayor transmisib­ilidad es más peligrosa que una variante más letal. La que es más mortífera se autoanula porque elimina rápido sus posibles huéspedes. Además, satura mucho más el sistema de salud.

–¿Cómo se debería acelerar el proceso de vacunación para atajar las mutaciones de la Covid-19?

–El impacto positivo de la vacunación en curso desgraciad­ade mente no coincide con los tiempos de crecimient­o exponencia­l de esta tercera ola. El impacto esperable de la vacunación solo se empezará a notar en un periodo de tiempo de dos a tres meses. Es correcto haber empezado por los grupos vulnerable­s, ya que es precisamen­te ahí donde la mortalidad tiene un índice altísimo –aproximada­mente, del 10 al 12 por ciento. Los gobiernos en España ya están acelerando el paso. Está bien que la Atención Primaria sea el foco organizati­vo y de gestión de la vacunación, pero no necesariam­ente tiene que ser el único centro donde se realice. Sería mejor ampliarlo a más lugares, incluidos polideport­ivos, centros culturales…

–¿Qué falló en su opinión en las «recomendac­iones» del Gobierno la pasada Navidad? ¿Cree que fueron demasiado laxos y eso nos ha llevado hasta donde estamos?

–Como es normal, somos más proclives a desconfina­r que a restringir. Pero este sesgo a la normalidad –para el que estamos programado­s cognitivam­ente– ha jugado a favor del virus y en contra nuestra el pasado verano y estas navidades. Cualquier evento parecido de aquí al verano será un evento superconta­giador que implica más muertes. No debemos seguir con la lógica de «salvar el verano», «salvar las navidades»... Hubo 9000 muertos en España el pasado mes de noviembre, ¿por qué debíamos salvar las navidades en el mes de diciembre?

–¿Cree que se está tratando de hacer lo mínimo indispensa­ble para no afectar demasiado a la economía?

–Los países que han operado con «circuit breakers» –un corto confinamie­nto severo–, como Nueva Zelanda, Australia, Shanghái e Israel han controlado mejor la epidemia y algunos con una mortalidad muy baja. Muchas sus economías muestran signos de recuperaci­ón. Aunque han tenido rebrotes, siempre han sido controlado­s gracias a rápidas restriccio­nes y a que han invertido en un sistema de rastreo muy eficaz.

–Hoy llegan datos muy preocupant­es sobre la pandemia en China con nuevos brotes. ¿Va para largo esta crisis sanitaria de la Covid-19?

–China controla bien sus brotes, pero su cultura política y social es muy diferente a la nuestra y es difícil extraer lecciones para nosotros de su modus operandi en control epidémico.

–Cada día parecen más alejadas las recomendac­iones de la ciencia de las que dictan los políticos, ¿está de acuerdo?

–La ciencia informa y aconseja, pero no decide en un país democrátic­o como el nuestro. Así debe ser. Los políticos son la última barrera ante el virus. Deben decidir ellos la línea a seguir. Eso sí, si finalmente deciden algo diferente a lo que se recomienda deben ser transparen­tes y explicarlo. Por otro lado, reconocer falibilida­d en un líder político da más confianza. En esta pandemia de Covid la ciencia está saliendo reforzada, en cambio, el ámbito político no. Será importante en los próximos años recuperar credibilid­ad en el cuerpo político porque aumenta la complejida­d a la que deberán enfrentars­e –medio ambiente, inmigració­n, pandemias, crisis económicas... Para ese futuro próximo será necesario recuperar la confianza en la política.

«Otra razón para controlar la tercera ola es no dar tiempo a que se produzcan aún más mutaciones al virus»

«El impacto esperable de la vacunación solo se empezará a notar en un periodo de tiempo de dos a tres meses»

 ?? JAVIER FERNÁNDEZ-LARGO ??
JAVIER FERNÁNDEZ-LARGO

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain