La Covid golpea a los trasplantes en España: un 18,7% menos en 2020
Los hospitales hacen 4.425, frente a los 5.449 de 2019 y el número de donantes baja un 22,8%
Cuando morían 300 personas al día durante la primera oleada, Antonio Guillén revivió al recibir el pasado mes de abril un riñón. También fue el caso de Chloe, una niña de un año y medio a la que un trasplante cardíaco la unió a la vida, o el de la pequeña Irene, que sufría una cardiopatía dilatada y estuvo dos meses en lista de espera hasta que surgió en Navidades el donante adecuado para ella. Para ellos, o sus padres, como el resto de pacientes que continúan en lista de espera para recibir un órgano, 2020 no fue un año fácil por el temor de que la ausencia de camas de UCI libres pudiera reducir aún más sus posibilidades. La actividad de donación y trasplante de este año ha estado marcada por la crisis de la Covid19. Pero, a pesar de las múltiples dificultades, a lo largo del pasado año se realizaron 4.425 trasplantes de órganos, lo que corresponde a una tasa de 93,3 por millón de población (p.m.p.), tal y como informaron ayer el Ministerio de Sanidad y la Organización Nacional de Trasplantes (ONT). Es decir, un 18,79% menos que en 2019 (5.449 según el balance de ese año), cuando España alcanzó una tasa de 117,4 trasplantes p.m.p, sólo superada por EE UU, que registró entonces 123,4.
Esta actividad fue posible gracias a las 1.777 personas que donaron sus órganos tras fallecer, lo que nos sitúa en 37,4 donantes p.m.p., y a las 268 personas que donaron un riñón o parte de su hígado en vida. Y pese al desplome, un 22,8% menos respecto a 2019, la tasa de donación de España fue superior a la del resto de países en época «pre-pandémica»: Alemania registró 11,3; Australia, 21,8; Canadá, 22,2; Francia, 29,4; Italia, 25,3; Estados Unidos, 36,1; Reino Unido, 24,7, y la UE en su conjunto, 22,5 donantes p.m.p. La actividad de trasplante de donante vivo también se consiguió mantener, con un total de 257 renales y 11 hepáticos en 2020.
Persiste no obstante un número importante de pacientes en lista de espera, pendientes de un órgano. A 31 de diciembre de 2020, se sitúa en 4.794 enfermos. De ellos, 92 son niños. Pero, curiosamente, el número de pacientes esperando un trasplante es inferior al registrado en 2019 (4.889 pacientes). Esto se debe, según la ONT, a una reducción en el número de pacientes incluidos en lista de espera para trasplante durante 2020, lo que atribuyen a «la saturación del sistema sanitario por la Covid19», ya que no ha habido un aumento de defunciones entre las personas que estaban en lista de espera, aseguraron a este periódico, sino una menor inclusión de candidatos a la lista por efecto colateral de la pandemia.
En plena adversidad, el Sistema Español de Trasplantes «ha sabido resistir» y saldrá fortalecido: «Su capacidad para adaptarse a entornos desfavorables ha quedado demostrada una vez más», destacó ayer la secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, quién recordó que el descenso de actividad se produjo fundamentalmente durante la primera ola de la Covid-19, durante los meses de marzo a mayo de 2020. Hasta ese momento, la donación y el trasplante mantenían un ritmo ascendente. Después, tras el parón, se volvió a la actividad. «El ritmo adoptado desde el mes de junio» ha sido incluso «superior a esos meses de 2019», añadió la directora general de la ONT, Beatriz Domínguez-Gil, que aseguró que tenemos que estar «orgullosos» de las cifras alcanzadas «a tenor de las circunstancias que hemos tenido este año».
Retos pendientes
«No debemos olvidar –recordó Calzón– que sólo entre el 1 y el 2% de las personas que fallecen en un hospital lo hace en condiciones de ser donantes y lo hace en las UCI, unidades que han estado muy saturadas». Un segundo motivo que explica el descenso de actividad está relacionado con la seguridad de los pacientes y la preocupación por el impacto que la Covid-19 podría tener en los receptores de un trasplante. La adopción de una serie de medidas permitió una progresiva recuperación del programa, de modo que el ritmo mensual de donaciones y trasplantes desde junio hasta diciembre se aproximó a lo registrado en los meses correspondientes de 2019.
Las negativas a la donación se situaron en un 14%. Este porcentaje se reduce a un 10% en el caso de los donantes en asistolia, «que todavía tiene margen de mejora», reconoció Domínguez-Gil, que explicó a su vez que «en la ONT estamos trabajando también en la reincorporación de la –Sanidad– privada en colaboración con la Pública en la donación». Unos retos con una meta clara como es seguir avanzando para continuar salvando vidas: «El objetivo de 50 donantes p.m.p. (establecido en el Plan Estratégico que contempla esa meta, así como superar los 5.500 trasplantes en 2022) se habría conseguido en 2020 de no ser por la pandemia», concluyó.
Pese a la menor actividad, la lista de espera es inferior a la de 2019 debido a la menor inclusión de candidatos en ella