El alto índice de contagios amenaza la participación en las elecciones catalanas
En los comicios vasco y gallego, en mejor situación sanitaria, se redujo el número de votos
POR
LORENTE FERRER MADRID
La celebración de las elecciones autonómicas catalanas el próximo 14-F, en pleno estado de alarma, es una doble excepcionalidad, primero porque se celebran en una situación catastrófica desde el punto de vista sanitario y segundo porque tenemos dos precedentes cercanos en el tiempo: Galicia y País Vasco. En ambas autonomías estaba prevista su celebración el 5 de abril de 2020, pero se consensuó aplazarlas tres meses, al 12 de julio.
En las elecciones gallegas se produjo un recorte en la participación de 5,2 puntos con respecto a las anteriores elecciones de 2016, pasando del 64,2% al 59,1%, lo que supuso una disminución neta del 8,01%, que deberíamos achacar en alta medida a la pandemia.
En las vascas la disminución en la participación fue de 7,2 puntos en comparativa con los comicios de cuatro años antes; bajó del 60,5% al 53,3%, o lo que es lo mismo, se redujo en un 11,90%. El Covid-19 estaría detrás de la mayoría de estos casos.
Pero en Cataluña, a diferencia de lo que sucedió en estas dos autonomías citadas anteriormente, veníamos de unas elecciones que por las circunstancias tan especiales que se vivieron, alcanzaron el más alto grado de movilización electoral, votando el 82,88% del censo CER en las elecciones. En la encuesta de NC Report para LA RAZÓN del pasado lunes se prevé una participación del 70,1%. Es decir, 12,78 puntos por debajo de la registrada en 2017, es una caída del 15,42%.
La principal razón de mantener la fecha electoral es que de los cuatro grandes partidos catalanes, el PSC es el que más votantes de 2017 tiene movilizados, concretamente el 79,4%, frente al 70,1% de ERC, el 68,1% de JXCat, y el catastrófico 35,5% de Ciudadanos. Obviamente, a esta coyuntural fortaleza del PSC se la quiere explotar al máximo y de ahí el empecinamiento gubernamental de mantener a toda costa la fecha del 14-F y su negativa de aplazamiento.
En las elecciones gallegas y vascas de julio, la pandemia, como hemos visto más arriba redujo la participación, pero no hubo mucha diferencia entre la que anunciaba la encuesta un mes antes de la que finalmente se produjo; en Galicia bajó 4,9 puntos de la prevista, pero en parte debido a la dificultad del voto por correo, que solo fue solicitado por el 3,4% del censo, menos de 77.000 personas, mientras que el en País Vasco la diferencia entre sondeo y resultado final fue de un punto; aquí las solicitudes de voto por correo se dispararon al 7,3% del censo, más de 125.000 peticiones. En Cataluña se podrá solicitar el voto postal hasta el día 5 de febrero. Con fecha 27 de enero ya lo habían solicitado 84.000 electores y a falta de 8 días para cerrar la recepción de solicitudes, ya lo han hecho 5.000 personas más que en 2017.
Difícilmente se alcanzará de nuevo la participación de 2017, pero además de la desmovilización de los electorados del bloque independentista, principalmente de JXCat y ERC, y en el bloque no independentista, fundamentalmente en Ciudadanos, contamos con una pandemía completamente fuera de control. Tan es así que las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco se celebraron, sin estado de alerta, y acumulando 255.953 contagiados por Covid19 en toda España.
Tres semanas antes del 14-F tenemos un acumulado de 2.593.382 casos en el país, diez veces más que el 12 de julio, y además en pleno estado de alarma. Las previsiones del centro de cálculo de NC Report es de llegar a un total de 3.232.531casos en España el día de las elecciones en Cataluña. Es de juzgado de guardia celebrar elecciones en estas condiciones, y no hay urgencia en su celebración, ya que aún no se han cumplido los cuatro años desde la celebración de las últimas, que no será hasta diciembre.
Además, la expansión del virus se ha acelerado en las últimas tres semanas; en la semana del 4 al 10 de enero se registraron 152.938 casos, en la del 11 al 17; 224.604 y durante la pasada, del 18 al 24 de enero; 256.931 infectados más. Datos que contrastan con el país más similar a nosotros con el que poder compararnos, Italia. Allí, el ritmo de contagios en las últimas tres semanas ha ido disminuyendo, de 121.045 se pasó a 104.786, bajando a 85.536 la semana pasada.