Un vecino de Iglesias, juzgado tras una protesta con matasuegras
La Fiscalía pide que se le condene a 20 meses de prisión por atentado contra la autoridad por empujar a un agente
Un vecino de Galapagar se sentó ayer en el banquillo acusado por la Fiscalía de un delito de atentado contra la autoridad por empujar a un agente el 30 de diciembre del pasado año en las inmediaciones de la vivienda de Pablo Iglesias e Irene Montero en Galapagar (Madrid), a la que había acudido acompañado de otras siete personas para «despedir el año» con un roscón de Reyes y unos matasuegras.
En el juicio, celebrado en el Juzgado de lo Penal número 14 de Madrid, la Fiscalía mantuvo su petición de condena de 20 meses de prisión para F. Z., cuya vivienda está situada a 300 metros del chalet. El acusado negó que desobedeciera a los agentes y que los insultara o se burlara de uno de ellos, así como que se negaran a identificarse, insistiendo en que les facilitaron sus documentos de identidad.
F. Z. sí admitió que dio un empujón a uno de los guardias civiles después de que éste le empujara reiteradamente «desde el primer momento», propinándole supuestamente pisotones, según él para que se cayera al suelo y reaccionara de forma airada en su contra. En su declaración negó que no quisiera abandonar el lugar e hizo hincapié en que precisamente cuando se disponían a hacerlo un agente les espetó: «Los coches se quedan aquí y ustedes se van».
F. Z. insistió en que no tuvo intención de agredir al guardia civil y recordó que en ese momento su compañera Claudina G., que también declaró como testigo, estaba muy angustiada porque los agentes no le permitían acceder a su vehículo para abandonar el lugar, como sí pudieron hacer el resto de acompañantes.
Todos ellos habían acudido a las inmediaciones de la vivienda con un roscón de Reyes y unos matasuegras para «despedir el año». Una vez allí, como ha sucedido otras veces, grabaron el dispositivo policial en torno a la casa. Una de las vecinas llevó ayer incluso al salón de vistas uno de esos matasuegras, que pretendió mostrar a la magistrada para acreditar que su protesta era pacífica.
Otra vecina, Claudina G., explicó que tras comerse el roscón y soplar los matasuegras a más de un centenar de metros de la vivienda y cuando ya se iban a ir acudieron al lugar cuatro vehículos de la Guardia Civil y los agentes les informaron de que iban a establecer un perímetro de seguridad. «Les dijimos que nos íbamos a marchar y no nos dejaron y nos fueron empujando», dijo.
En la vista también declararon tres guardias civiles que coincidieron en que advirtieron a los vecinos de que iban a establecer un perímetro de seguridad y que estos desobedecieron sus reiteradas indicaciones de retirarse del lugar, terminando el acusado dando un manotazo a uno de los agentes, momento en el que fue detenido por atentado a la autoridad.