HÉROES SIN CAPA AL SERVICIO DE LA SOCIEDAD
Los 3.500 efectivos de la UME trabajan sin descanso para garantizar el bienestar de los españoles ante todo tipo de catástrofes
HaceHace apenas un año pocas personas en España sabían lo que era o para que servía el estado de alarma y con qué instrumentos se puede proteger un país en casos de emergencias sanitarias. Actualmente, la crisis ocasionada por la irrupción de la Covid-19 ha provocado que el conjunto de la sociedad asimile nuevos hábitos y conceptos que antes no se planteaba. Entre todas las herramientas con las que ha contado el Gobierno para paliar las devastadoras consecuencias sociales, humanitarias y económicas producidas por el coronavirus, se encuentra la Unidad Militar de Emergencias (UME), que ha vuelto a demostrar el importante papel que desempeña en España.
Creada por acuerdo del Consejo de Ministros en octubre de 2005, nace para mejorar la respuesta del Estado a las emergencias, convirtiéndose en la unidad de primera intervención de las Fuerzas Armadas en estas situaciones. La UME es una fuerza conjunta, organizada con carácter permanente, que tiene como misión la intervención en cualquier lugar del territorio nacional, para contribuir a la seguridad y bienestar de los ciudadanos en los supuestos de grave riesgo, catástrofe, calamidad u otras necesidades públicas. Surge tras el incendio forestal de Guadalajara en el que murieron once personas. Se decidió, a raíz de esta catástrofe, crear un órgano de emergencias formado, robusto y ágil que estuviera disponible cuando fuera necesario para el apoyo y el refuerzo a las Comunidades Autónomas cuando se vieran superadas por la magnitud de la emergencia o para hacer frente a una emergencia de interés nacional.
La UME ofrece un servicio público de primer nivel indudablemente necesario en situaciones de emergencias sanitarias o climáticas como, por ejemplo, se ha hecho patente en las últimas semanas con la llegada del temporal Filomena. Los devastadores efectos de las catástrofes naturales producen, más allá de la pérdida de vidas humanas, consecuencias demoledoras en los sistemas de comunicación, infraestructuras críticas o la contaminación medioambiental.
Así las cosas, en estos 15 años de existencia, la UME ha participado en 577 intervenciones, tanto en España como en el extranjero, junto con otras instituciones y organismos especializados. De estas intervenciones, 404 han sido en Incendios Forestales como el declarado a finales de agosto de 2020 en Almonaster la Real, en Huelva. El año pasado se quemaron 15.883 hectáreas en la provincia de Huelva, de las cuales 14.956 se corresponden con este incendio, el peor siniestro de la década en la provincia andaluza por superficie y el peor de la temporada de alto riesgo en toda Andalucía. Se produjeron desalojos en seis municipios de la provincia y 13 núcleos poblacionales. La UME, que fue despedida entre los aplausos de los vecinos y el reconocimiento de todas las autoridades, desplegó más un centenar de militares y al menos 26 vehículos para hacer frente a la catástrofe. En Andalucía, además, se han movilizado en otras provincias como Cádiz, Córdoba, Almería o Jaén para hacer frente a otros importantes incendios.
Por otro lado, no cabe duda de su incansable labor durante la crisis sanitaria. Durante despliegue inicial de la UME en la OpeBalmis. ración Balmis el 15 de marzo, al inicio de la emergencia sanitaria, se realizaron 8.267 intervenciones. En la operación participaron personal y medios de todas sus unidades para colaborar en su resolución y minimizar sus consecuencias. Su alta disponibilidad y especialización para actuar en
Ofrece un servicio público de primer nivel, fundamental para intervenir ante emergencias de todo tipo
emergencias biológicas favoreció su rápido despliegue tras decretarse el estado de alarma. En Andalucía, tan solo a principios de junio, el II Batallón de la UME acumuló 1.453 intervenciones en 1.890 visitas a pueblos y ciudades de toda región en la Operación
Los efectivos utilizan vehículos especiales y herramientas como autobombas con difusores para la pulverización de hipoclorito, transporte pesado, así como la equipación de personal con diversos niveles de protección individual de acuerdo a las tareas que se realizan. Los efectivos han llevado a cabo labores de desinfección y limpieza de centros de mayores, de salud, de discapacidad, hospitales, aeropuertos, estaciones de trenes, espacios públicos y ha impulsado con diferentes comunidades, un plan integral de actuación de asesoramiento a sus trabajadores en materia de sectorización –redistribución de espacios, establecimiento de zonas rojas, verdes y de tránsito– y reordenación de actividades para reducir los contagios, favorecer la eficacia de la desinfección y saber cómo actuar ante casos confirmados. Su alta disponibilidad y especialización para actuar en emergencias biológicas favoreció su rápido des
pliegue tras decretarse el estado de alarma.
La UME puede intervenir en cualquier punto de la comunidad de Andalucía como un instrumento más de las Fuerzas Armadas puesta al servicio de la sociedad y junto al resto de instituciones dedicadas al mundo de las emergencias. Además, en caso de ser necesario, puede contar con los recursos humanos y materiales del resto de Batallones de la UME desplegados en España.
Así mismo, desde el pasado mes de septiembre, está participando en la Misión “Baluarte” a través de la cual, junto al resto de las Fuerzas Armadas, colabora con diferentes comunidades autónomas en las labores de rastreo de personal contagiado por el SARSCoV-2. Un total de 270 rastreadores se encuentran en toda Andalucía dentro de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica, que se divide en nueve Secciones de Vigilancia Epidemiológica y cuenta con efectivo del Ejército de Tierra, Armada y del Ejército del Aire.
Todos estos rastreadores están adscritos a la operación Misión Baluarte, que es la segunda operación que activa Defensa ante la crisis sanitaria tras la Operación Balmis. Esta ha sido creada para realizar trabajos de rastreo de contactos estrechos que hayan podido tener lo casos confirmados de Covid-19. Los rastreadores militares son una pieza fundamental y básica de defensa contra el virus en colaboración con el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas. En este sistema de rastreo, que se puso en marcha el día 30 de septiembre, están activados más de dos mil rastreadores militares en todo el territorio nacional.
Respecto a las catástrofes naturales, desde su fundación, las campañas invernales han hecho necesaria la intervención de la UME hasta en 41 ocasiones a consecuencia de grandes nevadas como las últimas que ha dejado a su paso el temporal Filomena. Por su parte, 58 de sus intervenciones han sido en rescates e inundaciones, como las de en Sant Llorenç (Mallorca) y Campillos (Málaga) en el año 2018, donde los trabajos allí realizados redujeron las consecuencias de la crecida.
La UME ha intervenido en seis terremotos, dos de ellos en España (Lorca y Melilla) y cuatro en el extranjero (Haití, Nepal, Ecuador y México); además la UME se desplegó en la isla de El Hierro durante la erupción volcánica del 2011. En lo que se refiere a emergencias industriales, el Grupo de
Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales del RAIEM ha colaborado en la resolución de incendios en Chiloeches y Arganda del Rey.
Además, este equipo de élite se ha convertido en un referente a nivel mundial como herramienta Exterior del Estado ante grandes catástrofes y ha participado en 13 emergencias en el extranjero. De hecho, la UME fue el primer equipo militar de todo el mundo que obtuvo la certificación como equipo de Búsqueda y Rescate Urbano de Naciones Unidas en el 2011.
Igualmente, la UME forma parte del Mecanismo Europeo de Protección Civil y con él que ha participado en los incendios forestales de Chile, Grecia y Portugal. Militares de la UME han formado parte de los equipos de Protección Civil enviados por la Unión Europea a Mozambique, tras el paso del “Ciclón Idai”, o a los incendios forestales de Guatemala y Bolivia, donde un comandante de la UME ha liderado al equipo de expertos que han coordinado la ayuda europea con el estado sudamericano para extinguir los incendios forestales del Amazonas.
Cabe destacar que la UME ha certificado como módulos del Fondo Voluntario del Mecanismo Europeo de Protección Civil (UCPM), las capacidades de Búsqueda y Rescate Acuático (WSAR), Búsqueda y Rescate en Cuevas (CAVESAR) y el Módulo Terrestre de Lucha Contra Incendios Forestales (GFFF).
Con una plantilla compuesta por 3.500 militares, la UME es una unidad conjunta compuesta por personal del Ejército de Tierra, Armada, Ejército del Aire y Cuerpos Comunes, que tienen un alto nivel de disponibilidad para garantizar una rápida respuesta en cualquier tipo de emergencia y cuyo ideario se basa en la perseverancia, disciplina, compañerismo, competencia, humildad, valor, preparación física, abnegación, espíritu de equipo y amor a la vida.
La UME se ha convertido en un referente mundial como herramienta del Estado ante grandes catástrofes