El Atlético, a medias
Empezó el partido despistado y se aprovechó el Levante. Llorente y Suárez se esforzaron en la remontada y Oblak tuvo que aparecer al final para salvar el empate con sus manos
Le cuesta al Atlético entrar en los partidos en los últimos tiempos. Deja que el rival tome ventaja antes y luego, casi siempre se recupera. Contra el Levante, como contra el Celta el pasado lunes, se quedó a medias. Pero hizo el trabajo para completar la remontada. Tiene dos futbolistas fundamentales para eso, Luis Suárez y Llorente. El delantero se empeñó en un uno contra todos cuando peor estaba su equipo, pero fue el empuje de Llorente el que dio el empate al Atlético.
Se ha especializado en lanzamientos desde el borde del área, con la derecha o con la izquierda. Primero avisó con un disparo que buscaba la esquina inferior de la portería de Aitor y después acertó con la ayuda de Rober Pier, que metió la cabeza para despejar y acabó despistando a su portero.
Hasta entonces el Levante había torturado a la defensa del Atlético con sus contraataques. Bardhi, De Frutos, Roger y Morales se dispersaban por las bandas bandas para atacar el centro, que quedaba libre cuando los centrales los perseguían. Fue la ansiedad de Giménez la que abrió el hueco definitivo en el medio. Fue a atacar la recepción de Roger sin pensar en lo que dejaba atrás. Y a su espalda se abrió un hueco por el que penetraron De Frutos y Bardhi sin demasiadas molestias. De Frutos avanzó hasta que regaló la pelota al macedonio. Vrsaljko llegó tarde y Bardhi hizo una demostración de calidad, aunque el balón se le fue largo en el control con la derecha, lo resolvió con la izquierda sin pensar. La jugada se repitió varias veces, pero sin el mismo acierto para el Levante.
El Atlético superó el sufrimiento y fue dando la vuelta al partido poco a poco hasta casi anular al Levante. La entrada de Kondogbia en la segunda mitad hizo que el equipo fuera más seguro en el medio. El francés taponó los agujeros por los que entraba el Levante y el Atlético lo encerró en su campo.
Pero le costaba superar a Aitor, que en la primera parte hizo dos paradas a Suárez y una a Llorente que salvaron a su equipo de situaciones peligrosas. En la segunda volvió a aparecer con una mano decisiva que despejó otro disparo de Luis Suárez. Incomprensiblemente, Correa remató por encima del larguero en la continuación de la jugada, que le había dejado la pelota por delante y el portero, vencido.
Siguió insistiendo el equipo de Simeone, que buscó alternativas en el banquillo. La entrada de Kondogbia ya le habia hecho cambiar el dibujo. Llorente se arrimó al costado derecho para cubrirlo entero. Su condición física se lo permite sin dificultad. Presiona en defensa, llega arriba, pone centros y, si hace falta, dispara. Buscó el segundo en un disparo con la izquierda que se marchó muy cerca del poste.
Joao Félix fue el siguiente movimiento. El portugués facilita el juego de su equipo incluso recién superada la cuarentena por el covid. Un pase suyo a Saúl entre los pies de los defensas del Levante pudo haber servido para el segundo del Atlético. Marcó Saúl, pero estaba en posición adelantada.
El Levante siempre ha sido un equipo molesto para el Atlético. Ya le complicó la Liga en 2014 con un 2-0 en el Ciudad de Valencia que obligó al Atlético a jugarse el título en el Camp Nou en la última jornada.
No es la misma circunstancia, queda mucho campeonato, el Atlético es líder destacado y el partido sólo le servía para sumar. Era uno de los atrasados que tenía el equipo de Simeone, el que corresponde a la segunda jornada y los rojiblancos ya sólo tienen pendientes el aplazado por la nieve contra el Athletic. Pero el Levante lo intentó y acabó convirtiendo a Oblak en el héroe rojiblanco una vez más. El guardameta esloveno despejó un disparo complicado de Clerc en los últimos minutos, una pelota que venía muy alta y que el lateral levantinista supo domar para mandarla abajo, a la esquina donde Oblak llegó para taponar las ilusiones de Clerc.
El Atlético sigue sumando y salvando dificultades.