Una evolución cualitativa con un motor muy eficiente
El SEAT León 1.5 TSi Xcellence es una de las opciones más equilibradas dentro de la gama ya sea con cambio manual o automático DSG
El León es un modelo clave para Seat, al igual que el súper ventas Ibiza, aunque este tipo de carrocerías acusan claramente las inclinaciones de los compradores de automóviles por los SUV de equivalente tamaño.
Sea como fuere, el León, siempre catalogado como un buen producto, mantiene esta consideración en lo alto con la llegada de la nueva generación, bien ejecutada desde el punto de vista del diseño, aunque con pocos riesgos para mantenerse alineado con los gustos del mercado, y mejor realizada desde los aspectos dinámicos, porque se aprecian mejoras notables.
Con la llegada de cada nueva generación de un modelo se espera un avance cualitativo que se cumple en este caso, aunque queda algo desdibujado con el desarrollo de la cabina, bien ejecutada, pero escasamente aprovechada si es comparada con sus competidores directos. El espacio interior es un apartado de clara mejora.
La versión que nos ocupa es una de las que pueden consolidarse como las de mayor desarrollo comercial ante la deriva que está tomando el diésel por la persecución gubernamental y la cesión de las marcas ante las poco justificadas imposiciones de la Administración. Se trata de la motorización de gasolina 1.5 TSI, en esta versión gobernada por una transmisión manual de 6 relaciones, claramente menos eficiente que la automática de doble embrague DSG, que sería una mejor opción, aunque un poco más cara.
Sea con caja manual o DSG, este es uno de los mejores motores de gasolina del grupo Volkswagen. Suavidad de funcionamiento y eficiencia en todos los sentidos son los atributos que mejor le caracterizan, Es fácil que los ruidos aerodinámicos y de rodadura se superpongan al sonido del motor, incluso en las fuertes aceleraciones.
Con una utilización inteligente, dejando que el motor fluya y lleve el coche, sin forzar, es capaz de igualar los consumos oficiales, cuestión harto difícil en la mayoría de las homologaciones. Como se trata de un motor ya probado con cambio automático puede decirse que la mejor combinación para este 1.5 TSI es la de transmisión DSG, capaz de aprovechar mejor mejor sus resquicios. El motor entrega sobrada potencia para rodar con mucha soltura y tiene cierto tono deportivo, al que acompaña un ajuste de chasis que transmite muy eficientemente la energía al suelo. El ajuste de la amortiguación, entre confortable y deportiva, responde muy bien en curva, una característica que es denominador común en la marca, y transmite en línea recta una agradable sensación de confort y firmeza.
Con este motor 1.5 y potencia de 150 CV, a diferencia con el resto de las versiones de gasolina inferiores, cambia el eje semirrígido trasero por un multibrazo con amortiguadores hidráulicos de firmeza variable, una cuestión notable a la hora de percibir las respuestas dinámicas generales y las de la parte trasera del coche en particular.
Al margen de las cualidades dinámicas del nuevo León y de un acertado diseño con mayor personalidad, el punto débil de esta nueva generación del compacto de SEAT es el interior. El fabricante asegura mayor longitud del compacto, pero en el caso del cinco puertas no se traduce en una mejora de las plazas trasera ni de maletero si tenemos en cuenta que su oponente en Skoda, por ejemplo, con la misma longitud ofrece mayor
El motor rinde 150 cv y se caracteriza por una gran suavidad. El ajuste de la suspensión asegura un buen paso por curva
desahogo a los pasajero y 467 litros de maletero frente a los 380 del SEAT. Si el comprador tiene necesidades de espacio no tendrá más remedio que recurrir al Sportourer, para el que se anuncian 620 litros de maletero
En resumen, el nuevo León ofrece una mejora general notable, con un aprobado en habitabilidad y con un precio algo elevado, que en el caso de la versión probada se sitúa en los 26.000 euros.