COMPROMISO CON EL DESARROLLO SOSTENIBLE
Este nuevo modelo podría generar miles de puestos de trabajo a corto y largo plazo
El sistema industrial y de producción actual contamina y agota los recursos naturales
Los neumáticos se reutilizan para hacer carreteras y las algas se pueden convertir en mobiliario urbano
AndalucíaAndalucía trabaja para que la Ley de Economía Circular se apruebe en esta legislatura
La economía circular está a la orden del día. Gobiernos, emprendedores, importantes empresas de todos los sectores, organizaciones e investigadores centran sus esfuerzos en implementar medidas que ayuden a proteger el medioambiente y optimizar los recursos. La Unión Europea (UE) ha aprobado –un año después de su presentación– el nuevo «Plan de Acción para Economía Circular» para que los países miembros tengan una hoja de ruta para cumplir los objetivos de sostenibilidad marcados para el año 2030. En este contexto, la Junta de Andalucía trabaja para que la Ley de Economía Circular de Andalucía –presentada a finales de 2020– se apruebe en esta legislatura.
Sin embargo, a pesar de que este tema esté en boga, ¿sabemos qué es la economía circular y qué propósitos persigue? La Fundación de Economía Circular la define como «un concepto económico que se interrelaciona con la sostenibilidad, y cuyo objetivo es que el valor de los productos, los materiales y los recursos se mantenga en la economía durante el mayor tiempo posible y que se reduzca al mínimo la generación de residuos». En otras palabras, se podría podría decir que la Economía Circular es un nuevo modelo –primordialmente económico– que persigue aprovechar todos los recursos, reducir las materias primas y alargar la vida útil de los materiales y residuos para acabar con el modelo de producción actual, que se sigue mayoritariamente en todo el mundo y que agota los recursos naturales y genera más contaminación. Este concepto abarca a sectores tan diferentes como la fabricación y producción, la movilidad o la construcción. Además, se prevé que este nuevo modelo económico, que está en auge, generará miles de nuevos puestos de trabajo a corto y largo plazo.
En este contexto, el portavoz de la organización no gubernamental WWF, Juanjo Carmona, defendió «un cambio de modelo y una economía circular que no quede exclusivamente en una serie de eslóganes», después de que el Parlamento Europeo haya pedido a principios de este mes que el plan de acción para la economía circular presentado por Bruselas sea más ambicioso y contemple objetivos vinculantes en materia de huella ecológica por el uso y consumo de materiales. Además, indagó en la «necesidad de profundizar en los estándares que nos garanticen que los productos, efectivamente, sean duraderos y no tengan la obsolescencia programada como conocemos».
La economía circular, por tanto, va más allá del reciclaje y contempla un sistema innovador que abarca el diseño, la producción, la valoración del producto, el mantenimiento, el consumo y el reciclado.
Así las cosas, la economía circular contará con una ley en Andalucía que pretende sentar las bases y acelerar el cambio hacía un modelo productivo y económico sostenible, eficaz, competitivo, innovador y que cree empleo. La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, aseguró en una entrevis
ta sobre la nueva norma en la que trabaja la Junta de Andalucía que «es hora de actuar y para ello es necesario un cambio en el modelo de ‘fabricar, usar y tirar’ por otro basado en el reciclaje y la reutilización, que contribuya a cuidar de nuestro medio ambiente», aunque remarcó que para la consecución de estos objetivos se requiere también «de un cambio de mentalidad en la sociedad andaluza». A este respecto, explicó que «la colaboración ciudadana es imprescindible, por ejemplo, a la hora de usar el contenedor marrón para depositar los restos de comida y así aprovechar los residuos orgánicos para hacer compostaje y producir biogás», tras valorar que hay municipios de Andalucía que ya se están adelantando a la obligatoriedad de colocar estos contenedores antes de enero de 2024.
La importancia de esta nueva norma reside en su anticipación a la Ley de Residuos del Estado para asentar las bases jurídicas e impulsar un nuevo modelo de economía.
No obstante, para avanzar hacía un nuevo modelo es necesario contar con la colaboración conjunta de empresas e instituciones instituciones públicas, del conjunto de la ciudadanía y de las administraciones estatales, autonómicas y locales. El cambio solo será posible si se produce una alianza entre todos los actores de la sociedad con el objetivo de transformar el sistema económico en pro de un nuevo modelo que genere riqueza y tenga como eje central el bienestar de las personas y el planeta.