Diálogo imposible
¿Qué supone la expulsión de la embajadora y la respuesta de la UE?
Maduro tomó esta medida como respuesta a las sanciones adoptadas por la Unión Europea en contra de 19 funcionarios del régimen venezolano por ser «responsables, en particular, de socavar los derechos electorales de las oposiciones y el funcionamiento democrático de la Asamblea Nacional, y de graves violaciones de los derechos humanos y restricciones de las libertades fundamentales». La realidad es que ante la dispersión opositora, las actitudes blandas y contradictorias de la comunidad internacional, los jerarcas rojos se han sentido con las manos relativamente libres para actuar. Así, crean condiciones más difíciles para una negociación en la que infructuosamente están empeñados quienes no entienden (¿o sí?) la naturaleza del régimen madurista, para el cual una negociación que incluya la mínima posibilidad de su salida del poder es imposible.
¿Ha perdido el bloque antichavista posiciones con respeto al régimen de Nicolás Maduro?
El régimen aplica la táctica de avanzar, aunque no sepa qué hacer o si está cercado.
Viene de la experiencia militar de Hugo Chávez que decía que ante la duda había que arremeter. En este caso, es obvio que Maduro se ha propuesto inutilizar a la oposición y construir una –o admitir una- que pueda hacer lo que sea menos cuestionar la continuidad del régimen. Aprovecha el indesmentible «bajón» de Guaidó y de su política para sacarlo cada vez más del juego y convertirlo en actor marginal de la política doméstica de Venezuela.
Biden asegura que el régimen de sanciones no se tocará. ¿Maduro pensaba que las cosas cambiarían con un demócrata en la Casa Blanca?
La política hacia Venezuela ha emergido de la convicción de las agencias de inteligencia de EE UU y otros países sobre el peligro que representa el régimen venezolano. Al final de su mandato, Obama sancionó a siete oficiales venezolanos; Trump amplió las sanciones a personas e instituciones, además de encuadrar a Cuba -a diferencia de Obamacomo Obamacomo parte de la estructura criminal conjunta con Venezuela; y Biden ha dicho que no está planteado eliminar las sanciones a violadores de derechos humanos, narcos y corruptos. En este sentido, aprecio continuidad bipartidista de la política de EE UU al menos hasta la fecha. El consenso de la posguerra fue «America Together», en cooperación con otros países, aunque con Trump a menudo significó América sola.