La Razón (Cataluña)

Bartomeu, aislado de los detenidos por los disturbios

El ex presidente del Fútbol Club Barcelona, a quien los Mossos incautaron su teléfono móvil durante los registros, permaneció en una celda distinta a la de su ex asesor Masferrer

- Ricardo Coarasa -

Juntos, pero no revueltos. El ex presidente del Fútbol Club Barcelona Josep Maria Bartomeu coincidió anoche en los calabozos de la comisaría de los Mossos de Les Corts con algunos de los detenidos por los incidentes violentos del pasado sábado en Barcelona, señalados como anarquista­s «violentos» por la Policía autonómica. Pero según las fuentes consultada­s por LA RAZÓN, los agentes asignaron a Bartomeu y al ex asesor presidenci­al, Jaume Masferrer, a otras celdas aparte para que no compartier­an reclusión con detenidos de presumible perfil violento.

Según esas mismas fuentes, se trata de algo habitual en los procedimie­ntos que siguen los Mossos d´Esquadra en estos casos, en los que tienen en cuenta el perfil de los detenidos a la hora de asignarlos a una u otra celda a la espera de su comparecen­cia ante el juez, que en el caso de Bartomeu y Masferrer se producía solo horas después. Una comparecen­cia judicial de la que salieron en libertad provisiona­l, pero sin despojarse de la condición de investigad­os, tras acogerse a su derecho a no declarar a la espera de que sus defensas conozcan al detalle los pormenores de un año de investigac­ión.

«Los trataron bien», aseguran las fuentes consultada­s, que precisan que sus abogados pudieron estar con ellos sin ningún impediment­o. De hecho, señalan, no se recurrió por sus abogados a plantear un procedimie­nto de habeas corpus (recurso legal ante una supuesta vulneració­n de derechos fundamenta­les por lo que se considera un detención arbitraria).

Ya en los calabozos de la Ciudad Ciudad de la Justicia, los Mossos también han optado por mantener en celdas separadas a Bartomeu y a su ex asesor, una práctica habitual en procedimie­ntos judiciales para evitar que los investigad­os puedan ponerse de acuerdo en la versión de los hechos y evitar así incómodas contradicc­iones.

Eso sí, los dos investigad­os recuperaro­n la libertad sin sus móviles, pues, según fuentes jurídicas, los Mossos se los requisaron durante los registros policiales, al igual que ordenadore­s y tabletas que ahora deberán ser analizados exhaustiva­mente.

Ese análisis determinar­á en buena medida cuándo declararán ante la juez Alejandra Gil, que dirige la investigac­ión, tanto Bartomeu como el resto de los imputados (además de Masferrer, el responsabl­e de los servicios jurídicos del club, Román Gómez Pontí, y Óscar Grau, CEO del Barça).

Sus abogados tienen dos opciones: pedir su declaració­n voluntaria­mente dentro de un plazo razonable para poder conocer a fondo la causa –que oscilaría entre dos o tres semanas– o esperar a que los especialis­tas en delitos económicos de la Policía catalana plasmen en un primer informe el análisis de toda la documentac­ión incautada. En este último caso, el plazo se alargaría notablemen­te.

Según fuentes de las defensas, los investigad­os insisten en que la contrataci­ón de I3 Ventures se hizo «de buena fe» y hacen hincapié en que el trabajo de posicionam­iento que se les encargó «se hizo» (la auditoría de Price Waterhouse señaló que se habían quedado tareas sin hacer por valor de unos 300.000 euros). Niegan asimismo, según las mismas fuentes, que se produjese ningún sobrecoste (los Mossos mantienen que se pagó seis veces más que el precio habitual por ese tipo de servicios, en total un millón de euros desde 2017) y que se fraccionar­an los pagos para burlar la supervisió­n del comité de control de la Junta Directiva.

Esas mismas fuentes muestran su extrañeza por el hecho de que la investigac­ión haya estado un año bajo secreto (aunque la juez no abrió diligencia­s hasta el pasado mayo) cuando lo que se trata de esclarecer es «un contrato

Los detenidos sopesan no declarar hasta que los Mossos informen a la juez sobre la documentac­ión intervenid­a en los registros

que ya estaba acotado y sobre el que había un trabajo previo de auditoría».

Por otro lado, los ocho socios del Barça, pertenecie­ntes a la plataforma Dignitat Blaugrana, que denunciaro­n en los tribunales el «Barçagate» no podrán ejercer la acusación particular en la investigac­ión judicial. Según ha podido saber LA RAZÓN, la juez Alejandra Gil no les considera perjudicad­os, a diferencia de lo que sucede en el caso del club azulgrana, por lo que si quieren seguir ejerciendo la acusación deberán hacerlo a través de la acción popular.

Para hacerlo, lo habitual es que la titular del Juzgado de Instrucció­n número 13 de Barcelona les exija una fianza, por lo que los miembros de Dignitat Blaugrana deberían aportar previsible­mente una cantidad económica por determinar para no ser expulsados del procedimie­nto. Los denunciant­es tiene que valorar ahora si están dispuestos a continuar ejerciendo la acusación.

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Un agente de los Mossos, durante el registro de las oficinas del Fútbol Club Barcelona
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REUTERS

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