Semana Santa: cierre perimetral y toque de queda a las diez de la noche
Sanidad quiere restringir al máximo los movimientos ente comunidades autónomas
Sanidad trasladará a las comunidades autónomas una propuesta de actuaciones de cara a Semana Santa. Desde el 26 de marzo hasta el 9 de abril, deberán mantener las limitaciones aprobadas dos semanas atrás aunque los indicadores sean favorables. El objetivo es limitar al máximo los movimientos, por lo que obligará a las regiones al cierre perimetral. Además, impondrá un toque de queda muy restrictivo, a las 22 horas. Y prohibirá los encuentros en espacios públicos y privados que excedan de las 4 o 6 personas. También desaconseja «expresamente» la celebración de encuentros en domicilios o en otros espacios cerrados con no convivientes. Todo ello se votará la semana que viene en el Consejo Interterritorial.
La Comisión de Salud Pública presenta hoy una propuesta de actuaciones coordinadas, que será debatida la próxima semana
Sanidad trasladará a las comunidades unapropuesta de actuaciones de cara a Semana Santa. Desde el 26 de marzo hasta el 9 de abril, las comunidades deberán mantener las limitaciones aprobadas dos semanas atrás aunque los indicadores sean favorables. El objetivo es limitar al máximo los movimientos, por lo que obligará a las comunidades al cierre perimetral. Además, impondrá un toque de queda muy restrictivo, que no podrá alargarse más allá de las 22 horas. Y prohibirá los encuentros en espacios públicos y privados que excedan de las 4 o 6 personas. También desaconseja «expresamente» la celebración de encuentros en domicilios o en otros espacios cerrados con no convivientes. Este documento elaborado por la Comisión de Salud Pública se dará a conocer hoy y se votará la semana que viene en el Cosejo Interterritorial. El objetivo de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, es que sea aprobada por unanimidad. Pero será difícil. El frente liderado por la Comunidad Valenciana exige que se prohíba la movilidad intercomunitaria. Madrid y Extremadura quieren mantener la apertura de sus territorios. Y otras, como Andalucía y Castilla y León, exigen unos «criterios claros» para permitir la entrada de ciudadanos de otras regiones.
«Necesitamos una respuesta de país que nos permita seguir salvando vidas», subrayó la ministra. Busca que la estrategia cuente con el consenso de todas las comunidades, pero advirtió de que, aunque no guste a todas, lo que se apruebe en el Consejo será de obligado cumplimiento.
Darias es partidaria de mantener el cierre perimetral, al menos hasta después de las vacaciones porque la situación no es tan halagüeña como parece. Por un lado, Sanidad ha confirmado que existe transmisión local de las dos peores mutaciones del SARSCoV-2: la brasileña, conocida técnicamente como P.1, y la sudafricana, denominada B.1.351. Ambas tienen mayor capacidad de contagio y de sortear los anticuerpos de las actuales vacunas. Por otro, la tasa de contagio (número de personas a las que infecta un positivo) está de nuevo en subida. El 10 de febrero rozó mínimos, cuando descendió hasta el 0,66, uno de los niveles más bajos de toda la pandemia. A tres semanas de la Semana Santa, la tasa de contagio está de nuevo en ascenso. Se sitúa en el 0,88 y la meta para tener controlada la pandemia es que mantenga por debajo de 1, algunos expertos prevén que la cuarta ola pueda llegar incluso antes del próximo periodo festivo en España. Sanidad teme que llegue con los hospita
les aún tensionados en muchas comunidades, con seis de ellas con ocupaciones de UCI por enfermos Covid por encima del 30%. «Seguimos en el buen camino, pero el descenso en la curva de contagios se ha ralentizado y hemos entrado en un valle. El descenso descenso en UCIS también es más lento. No estamos en condiciones de absorber una cuarta ola», alertó la titular de Sanidad.
Con tales datos, el Gobierno pide prudencia para abordar la Semana Santa. «Nuestro objetivo es salvar vidas no semanas», incidió la titular de Sanidad. Y las comunidades demandan liderazgo. Castilla y León, Andalucía y Madrid presionan sin miramientos. El presidente castellanoleonés, Alfonso Fernández Mañueco, hizo un nuevo llamamiento al Gobierno central para que diseñe una estrategia consensuada. «A problemas comunes, respuestas comunes», reclamó. Por su parte, el vicepresidente andaluz, Juan Marín, pidió a Darias que asuma «de una vez por todas» sus competencias y establezca unos criterios «claros» para la salida del cierre perimetral de las comunidades. En la comunidad de Madrid, el alcalde, José Luis Martínez Almeida y el vicepresidente Ignacio Aguado, exigen al Ejecutivo de Pedro Sámchez «marcar una estrategia de movilidad» para todas las autonomías y «una respuesta a nivel nacional» ante los cierres perimetrales.
Pero la presidenta Isabel Díaz Ayuso está dispuesta a ir por su cuenta si los datos epidemiológicos lo avalan. La presidenta apuesta por mantener la apertura de la región para favorecer el turismo y «mover la maltrecha economía». Algo que no ha gustado a las comunidades limítrofes. De hecho, el presidente valenciano, Ximo Puig, está tejiendo alianzas por su cuenta para imponer un frente común contra Ayuso. Puig se puso ayer en contacto con las regiones fronterizas (Castilla-la Mancha, Aragón, Cataluña, Baleares y Murcia) para acordar una posición conjunta de cara a limitar la movilidad intercomunitaria en Semana Santa.
El presidente valenciano defendió ayer ante el Consejo Interterritorial «mantener las restricciones de movilidad vigentes» entre las comunidades autónomas porque «no puede haber alguna que ponga en riesgo el esfuerzo que se ha hecho por los valencianos. En la misma línea se muestra El Gobierno de Castilla-La Mancha. El Ejecutivo de Page pide a Madrid que decrete un cierre perimetral que evite la movilidad de sus ciudadanos con vista a las fiestas porque, según su portavoz, Blanca Fernández, en caso de no producirse el cierre, se pueden complicar los datos y «eso tiene un coste en vidas». «Por favor, a la Comunidad de Madrid: hay que hacer un último esfuerzo porque estamos en plena vacunación, pero hay que ser pacientes y seguir esforzándose por los mayores y las personas más vulnerables. No puede ser que la Semana Santa sea una segunda Navidad». Otras comunidades como La rioja también se han mostrado partidarias del cierre. La presidenta Concha Andreu anunció que la región seguirá cerrada durante la Semana Santa porque la «preocupación» principal de su Ejecutivo es «evitar un repunte de los contagios». Asturias, Murcia, Castilla y León, Navarra y el País Vasco también se han expresado en esta línea. Cantabria , por su parte, está dispuesta a abrir si la incidencia acumulada baja de los 50 casos Cataluña ya ha adelantado que no se regirá por la estrategia de país.
Andalucía y Castilla y León exigen al Gobierno que asuma el liderazgo y establezca unos umbrales para salir del cierre