Bruselas aboga por la barra libre de gasto hasta 2022
Sin embargo, avisa a España, Italia y Grecia: «Deben seguir políticas fiscales prudentes»
La bula continuará dos años más. La Comisión Europea aboga por mantener suspendido el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que regula las normas de déficit y deuda públicas durante este año y el que viene. Aunque la decisión no es definitiva, el Ejecutivo comunitario presentó ayer un documento orientativo en el que se inclina por esta opción debido a la situación de extraordinaria necesidad que atraviesa la economía europea, con motivo de los estragos económicos ocasionados por el coronavirus.
A pesar de esto, debido a la dispar situación de los países europeos, Bruselas también advierte de que los países más endeudados como España, Italia o Grecia deben seguir «políticas fiscales más prudentes» durante el año que viene, aunque mantengan los estímulos.
«Hay esperanza en el horizonte para la economía europea, pero ahora la pandemia continua hiriendo la vida de las personas, lo que se extiende a la economía. Para amortiguar este impacto y promover una recuperación resiliente y sostenible, nuestro mensaje principal es que el apoyo fiscal continuará todo el tiempo que sea necesario», declaró el vicepresidente económico Vladis Dombrobskis, que antes de esta crisis era un firme defensor de la ortodoxia fiscal.
En marzo de 2020, por primera vez en la historia, la Comisión Europea decidió activar la denominada «cláusula de escape» que permite guardar en el cajón las normas fiscales y otorga a los países europeos plena libertad para inyectar dinero público en la economía. El gran interrogante reside ahora en cuándo llegará la resurrección del Pacto de Estabilidad y Crecimiento y qué ritmo de ajuste se exigirá a los países más endeudados y que, a su vez, son también los más castigados por la pandemia.
Se espera que el veredicto final llegue en el mes de mayo tras un proceso de diálogo con las capitales, pero de momento el Ejecutivo comunitario ha fijado su posición preliminar.
Según el documento presentado ayer, la Comisión Europea cree que la vuelta a los niveles de actividad económica previa al estallido de la pandemia debe ser el indicador que marque la también vuelta del
Pacto de Estabilidad y Crecimiento. El diagnóstico actual indica que esto no sucederá hasta mediados de 2022 que, por lo tanto, hasta 2023 deberá continuar la etapa de grifo abierto.
Sobre cómo se abordará la situación específica por países y cuál puede ser el ritmo de ajuste, Bruselas promete seguir manteniendo la manga ancha en todos los casos con independencia de las condiciones de cada territorio. «La situación específica de cada país se seguirá teniendo en cuenta después de la desactivación de la cláusula de escape general. En el caso de que un estado miembro no haya recuperado los niveles previos a la crisis en su actividad económica, se utilizarán todos los mecanismos de flexibilidad dentro del Pacto de Estabilidad y Crecimiento», sostiene el comunicado.