La Razón (Cataluña)

Suiza vota la prohibició­n del «burka» y el «niqab»

El Gobierno se ha pronunciad­o contra la medida, pero los sondeos anticipan que hoy ganará el «sí»

- POR RUBÉN G. DEL BARRIO BERLÍN

«¡Detén el extremismo!». El cartel que tapiza buena parte de las calles de Suiza muestra la imagen de una mujer, con ceño fruncido y gafas de sol, portando un «niqab». El fondo es rojo y en la parte inferior derecha un gran «oui» insta a los suizos a dar hoy su voto para prohibir el uso del «burka». La valla publicitar­ia forma parte de una campaña del derechista Partido Popular Suizo (SVP).

El texto de la prohibició­n propuesta para el referéndum no menciona explícitam­ente los velos musulmanes, sin embargo, se considera que la iniciativa está dirigida principalm­ente a las mujeres musulmanas que viven en Suiza y usan «niqab» (un velo somayoría bre la mitad inferior de la cara), «burkas» (que cubren tanto el cuerpo como la cabeza) u otras prendas que cubren el rostro. No menciona directamen­te al islam y de ahí que también tenga como objetivo detener a los manifestan­tes callejeros violentos o a los «hooligans» del fútbol. Aun así, los políticos locales, los medios y los activistas lo han denominado como la «prohibició­n del burka». Las encuestas sugieren que la de suizos lo apoyará y la prohibició­n se convertirá en ley.

«En Suiza, nuestra tradición es que muestres tu rostro y eso es una señal de nuestras libertades básicas», asegura el diputado Walter Wobmann, presidente del comité del referéndum. La iniciativa para prohibir el «burka» y el «niqab» salió del Comité Egerkinger, un grupo que incluye a políticos del SVP. La formación logró reunir las 100.000 firmas necesarias para someter el tema a referéndum y sostiene que «el ‘burka’ y el ‘niqab’ no son ropas normales», sino que simbolizan la opresión. Sus impulsores creen que estas prendas son un símbolo del islam político, de su voluntad de hacer proselitis­mo, así como la expresión de una inaceptabl­e sumisión de las mujeres.

El Gobierno suizo se opone a esta medida. De hecho, el Ejecutivo y el Parlamento intentaron frenar el voto favorable a la prohibició­n con una medida que obliga a las personas a mostrar la cara a representa­ntes de la autoridad.

La llamada prohibició­n del burka se produce casi doce años después de que los suizos aprobaran un veto para la construcci­ón de nuevos minaretes, que fue apoyada por casi el 60% de los votantes en 2009 en medio de una creciente preocupaci­ón por las actividade­s de los militantes islamistas en Europa y Oriente Medio. El nuevo referéndum agrava la tensa relación de Suiza con el islam. Hasta ahora, dos cantones suizos cuentan con prohibicio­nes locales para cubrirse la cara.

En St. Gallen, ninguna mujer ha sido multada por cubrirse la cara desde que se introdujo la ley en 2019 y en Tesino, en el sur del país, se han registrado al menos 60 infraccion­es desde que la ley entró en vigor en 2016, pero la mayoría eran aficionado­s al deporte enmascarad­os y no mujeres que vestían prendas musulmanas para cubrirse el rostro.

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REUTERS Una mujer circula en bicicleta en Sion junto a un cartel que alerta contra el uso del «burka» en Suiza

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