CGPJ «sin novedades»
El acuerdo para renovar el CGPJ se ha tornado en un «espejismo». Gobierno y principal partido de la oposición intensificaron los contactos de tal modo, hace dos semanas, que el acuerdo se antojaba «inminente» y así lo trasladaban ambas partes. Sin embargo, el último escollo está resultado insalvable y no se esperan avances en las próximas semanas. El estado de la situación es: «Sin novedades». Este obstáculo tiene nombre de juez: José Ricardo de Prada y va más allá de lo que él mismo representa. De su pluma salió el párrafo de la sentencia de la Gürtel que motivó la moción de censura a Mariano Rajoy y a esto se suma que ni siquiera ha sido elegido por sus compañeros dentro del turno judicial, sino que habría que recurrir al turno de juristas para hacerle «elegible» como vocal.
Los populares aducen este «fraude de ley» para rechazar un perfil que ven muy vinculado a Unidas Podemos y desde el Gobierno se rechaza cualquier «veto», justificándose en que ellos no pusieron pegas a los candidatos que propuso el PP y que ya han cedido, retirando a Victoria Rosell de las propuestas. Para Sánchez, ahora, renunciar a De Prada tiene un precio más alto. Porque supondría elegir entre la interlocución con el principal partido de la oposición, para alcanzar pactos de Estado, u optar por la estabilidad de la coalición, atendiendo a los requerimientos de su socio que se ve doblemente agraviado cuando tumban sus nombres.
Por el momento, el presidente sigue enrocado en De Prada y, por tanto, priorizando la entente de Gobierno sobre el entendimiento con Casado y el desbloqueo de los órganos constitucionales. Con el CGPJ encallado, lo que no para es la reforma del Poder Judicial que se votará esta semana en el Congreso de los Diputados para limitar las atribuciones del órgano de gobierno de los jueces con el mandato caducado.