Ana María Matute tendrá una calle en Barcelona
Margarita Rivière o Josep Benet son algunos de los nombres que formarán parte del nuevo nomenclátor de la ciudad
Desde que se supo su fallecimiento, el 25 de junio de 2014, eran muchos, tanto editores como lectores, los que habían solicitado que la escritora Ana María Matute diera nombre a una vía pública en Barcelona. El Ayuntamiento de Barcelona acaba de anunciar que finalmente la autora de «Pequeño teatro» y «Olvidado rey Gudú» tendrá una calle, concretamente sustituirá la que ahora se denomina Ramiro de Maeztu, en los distritos de HortaGuinardó y Gràcia. Matute está considerada como una de las más importantes voces de la literatura española en la segunda mitad del siglo pasado. La escritora fue galardonada a lo largo de su extensa carreras con numerosos premios, como el Planeta, el Nacional de la Crítica y Literatura, el Nadal, el Fastenrath de la Real Academia Española, el Nacional de las Letras Españolas y el Cervantes; además de ser considerada hasta en tres ocasiones para el Nobel de Literatura. El Ayuntamiento ha explicado, en una nota de Prensa, que si se ha escogido este espacio es porque Matute residió durante los últimos años de su vida en Can Baró.
No es el único nuevo nombre para una calle en Barcelona. Son las mujeres las que tienen un especial protagonismo al incluir a Margarita Rivière, Concepció Aleixandre, Anna Domènech, Elisa Moragas y Dolors Batlle dentro del nomenclátor de la capital catalana. En el caso de la reconocida escritora y periodista Margarita Rivière contará con su espacio en el barrio de Les
Corts. Será la plaza de les Cristalleries Planell la que llevará su nombre. Rivière fue directora de la delegación de la Agencia EFE en Cataluña, donde creó el servicio en catalán de las noticias de EFE Cataluña, además de escribir en diarios como «El Periódico», «Diario de Barcelona», «La Vanguardia» y «El País». A ello se le suma una extensa obra ensayística formada por títulos como «Lo cursi y el poder de la moda», «La década de la decencia» o «Serrat y su época. Biografía de una generación», entre otros.
La médico ginecóloga pionera Concepció Aleixandre Ballester también contará con una plaza en el distrito del Eixample, concretamente en el cruce de las calles Villarroel y Rosselló. Su trayectoria vital se movió entre la medicina, el feminismo y la pedagogía.
En el caso de la maestra Elisa Moragas i Badia, que sustituirá a la calle Reyes Católicos, ha sido una iniciativa ciudadana la que la ha motivado el cambio de nombre. Fue la fundadora de la Escola Nabí de Vallvidrera en 1972, un centro que se inspiró para su proyecto educativo en la pedagogía Freinet y que es donde tendrá su calle esta pedagoga. Moragas fue su directora hasta 1992. El Ayuntamiento ha tenido en cuenta para el cambio de esta calle el hecho de la educadora promovía un pedagogía renovadora basada en la actividad y la vida de los más pequeños, así como la funcionalidad de los aprendizajes, la expresión libre y la comunicación, además del rigor y la exigencia del compromiso de ser, de aprender y de enseñar. También puso Elisa Moragas un énfasis especial en el hecho que los niños y las niñas fueran felices en la escuela y en la vida.
La calle con el nombre de la escritora barcelonesa está en Can Baró, barrio donde vivió durante sus últimos años
La plaza dedicada a la reconocida periodista Margarita Rivière se encuentra en el barrio de Les Corts
Otra educadora también tendrá espacio propio en la ciudad, en esta ocasión en el distrito de Sants-Montjuïc. Es el caso de la la maestra Dolors Batlle i Sunyer que será el nuevo nombre de la calle que se llamaba Enric Bargés. Batlle ejerció la enseñanza en la escuela unitaria de la plaza Comas, en Les Corts, además de ser seleccionada para formar partr del grupo Escolar La Farigola. Fue una de las maestras pioneras en la renovación del sistema educativo en Cataluña anterior a la guerra. Fue sancionada por el franquismo.
El Ayuntamiento de Barcelona también ha aprobado que el historiador, abogado y político Josep Benet, cuyo centenario se celebró el pasado año, cuente con una plaza en la intersección de la avenida Meridiana y el paseo Fabra i Puig.
Igualmente, en el barrio de Sant Andreu, la calle del Camp del Ferro pasará a ser el Camp de la Ferro, porque se refería a una fábrica, La Ferroviària y no al metal.