Los embargos de casas a familias se disparan un 37%
Las ejecuciones hipotecarias a final de año de estas viviendas se desbocaron un 110%
Las dificultades económicas por las que atraviesan muchas familias comienza a hacer mella en el pago de uno de los bienes más necesarios y que también es de los más caros: la vivienda. Las ejecuciones hipotecarias –embargo de una propiedad para su venta tras el impago de un crédito– en viviendas habituales crecieron un 37,4% en 2020 tras cinco años de descensos, la mayor subida desde que comenzó la serie, en 2014, según los datos publicados ayer por el INE.
Las cifras del instituto estadístico revelan que en 2020 se produjeron 7.367 ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual, la cifra más elevada desde 2017. No obstante, para el total de fincas el número total de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en el año 2020 fue de 34.750, lo que supuso un 38,8% menos que en 2019.
En el último trimestre del año se produjeron un total de 10.010 ejecuciones hipotecarias, un 15,7% más que el trimestre anterior y un 22,2% menos que en el mismo trimestre de 2019; las relativas a vivienda habitual se dispararon un 109,9% interanual hasta
3.018, la cifra más elevada desde el primer trimestre de 2017.
El director de Estudios del portal inmobiliario pisos.com, Ferran Font, explicó que las ejecuciones hipotecarias sobre vivienda habitual «aumentaron significativamente en el último trimestre al haberse acumulado durante el año tras las medidas aprobadas por el Gobierno, gracias a las cuales no hubo ninguna ejecución durante el segundo trimestre», según informa Efe.
Del total de ejecuciones hipotecarias, 9.407 fueron viviendas de personas físicas y dentro de ellas, 7.367 fueron viviendas habituales en propiedad (un 37,4 % más que en 2019), en tanto que 2.040 no eran la residencia habitual de los propietarios (un 0,9% más). Asimismo, el 16,5% de las ejecuciones hipotecarias realizadas sobre viviendas en 2020 eran nuevas y el 83,5 % usadas.
Según explica el INE, la especial situación que se vivió en 2020 por la crisis sanitaria de la covid19 provocó que la evolución del número de inscripciones de certificaciones por ejecuciones hipotecarias iniciadas en los registros sobre viviendas fuera distinta en los diferentes periodos del año.
Durante los meses que duró el estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria, la atención al público en los Registros de la Propiedad se realizó mediante correo electrónico o por teléfono, con lo que las inscripciones bajaron notablemente, sobre todo en el segundo trimestre (64,3%). Con la desescalada se produjo una progresiva recuperación del número de certificaciones por ejecuciones hipotecarias, con lo que, en el tercer trimestre, la cifra aumentó en un 56,3% en comparación con el segundo.