Doce partidos y tres aspirantes
En un año tan extraordinario es complicado predecir a quién favorece el calendario. Restan un Barça-Atlético y un Clásico
El encuentro de mañana del Atlético contra el Athletic es más importante en el plano psicológico que en el matemático, que también. Va a mostrar cómo aguanta la presión el conjunto de Simeone el día que se iguala a 26 en partidos jugados en esta Liga. Contra el Madrid, durante la primera
parte, el Atlético tuvo el choque y la «eliminación» del rival en su mano. Después, entre el empuje de los de Zidane y que a Simeone echarse para atrás siempre le parece una solución, dejó con vida al actual campeón, y eso nunca es una buena idea. Si mañana gana dejaría al Barcelona a seis puntos y al Real Madrid a ocho. No es una distancia decisiva, pero sí que es una distancia importante. Quedarán 12 encuentros por disputar, es decir, estaríamos a punto de entrar en la fase final, donde los nervios y el cansancio también juegan. Hay que ver si al Barcelona le afecta todo el esfuerzo que ha hecho durante el invierno para llegar a la final de la Copa y también lo que sucede en la Champions: si las derrotas pueden golpear a unos equipos no muy fuertes mentalmente o el pasar y sumar minutos pueden afectar al físico. O justo lo contrario.
La verdad es que todo dependerá de la fortaleza que muestren en el día a día liguero. Zidane siempre repite que le hace más ilusión ganar Ligas porque es un camino más largo en el que te vas encontrando un montón de inconvenientes; desde las lesiones hasta un temporal de nieve y, sobre todo, la autoestima de los futbolistas. Parece que el Atlético de Simeone ya ha pasado por su peor momento, en esa crisis que tuvo hace unas semanas; también da la impresión de que el Barcelona, con el paréntesis del PSG, está listo para la batalla, con aires de renovación institucional. Lo mismo el Madrid, que tras largas semanas con un montón de bajas, da la impresión de estar preparado preparado para afrontar con garantías lo que queda.
Eso es la teoría, luego hay que jugar. El año pasado, en la jornada 26, el Real Madrid ganaba por un punto al Barcelona y ambos iban a jugarse LaLiga sin discusión, con la Real Sociedad y el Sevilla a diez de distancia. La jornada siguiente, el Barcelona ganó, perdió el Madrid y el conjunto azulgrana se situó con dos puntos de ventaja.
Hasta ahí llegamos. No se puede comparar más porque después se paró el fútbol y la vida y cuando volvió, el equipo de Zidane lo hizo con otra cara, la del equipo invencible. Si se mira la puntuación actual, el Real Madrid tiene dos puntos menos que hace un año y el Barcelona uno más, es decir, su trayectoria en ambos cursos es muy similar. Lo que
El Madrid y el Barça tienen números similares al curso pasado. La sorpresa es ver al Atlético tan arriba
sorprende, lo que altera la rutina es la presencia de un Atlético de Madrid con tantas ganas de pelea a estas alturas. La temporada pasada era sexto, ahora quiere luchar por el campeonato hasta el último aliento.
Pero estamos en un año tan raro que no es sencillo aventurar a quién favorece el calendario, ¡si ni siquiera es posible saber si es mejor jugar como local o como visitante!
Por ejemplo: ¿para el Real Madrid es mejor jugar contra equipos grandes o contra los supuestamente inferiores? En lo que llevamos de campeonato ha ganado al Barcelona, al Sevilla y contra el Atlético ha conseguido cuatro de los seis puntos en juego. Los hechos demuestran que cuanto más importante es el choque, mejor preparados llegan los
El partido de mañana de los de Simeone va a marcar su capacidad para aguantar la presión de los grandes
hombres de Zidane. Han perdido contra Cádiz, Valencia, Alavés y Levante, tres de ellos, en casa. Antes de enfrentarse al Barcelona, tienen que medirse con Elche, Celta y Eibar (además de la Champions). En teoría, rivales a los que debe vencer. En teoría, ya lo dijimos: luego hay que jugar.
El Atlético se mide ahora al Getafe, Alavés, Sevilla y Betis (además del Athletic y el Chelsea). El camino es empedrado y habrá que ver qué plan propone Simeone: si ser conservador o darse cuenta de que es a vida o muerte.
Mientras, el Barcelona, antes del Madrid, tiene al Huesca, la Real Sociedad y el Valladolid. No parece el trayecto más complicado de un equipo que depende como pocos de su moral. Hay días que se va a comer el mundo y hay días que el mundo se lo come sin remedio. Mbappé y Neymar y lo que suceda en París puede determinar la cabeza de los hombres de Koeman.
Otra de las claves del campeonato van a ser los enfrentamientos directos. Cuando a Koeman le preguntaron con quién iba en el derbi del domingo fue sincero: quería que el de arriba perdiera puntos. No le fue mal porque perdieron los dos. El Barcelona y el Real Madrid tienen que enfrentarse en cuatro jornadas y eso lo mira el Atlético con alivio: uno o los dos perseguidores van a perder puntos y lo tiene que aprovechar al máximo.
A cuatro jornadas de final se enfrentarán el Atlético y el Barcelona. Hasta para el periodismo deportivo es osado predecir cómo estará LaLiga entonces.