VUELTA A PRISIÓN DE LOS PRESOS
El magistrado aduce que la decisión de la Generalitat es «prematura» y «precipitada»
La justicia ha asestado otro revés al soberanismo al estimar el recurso de la Fiscalía que pedía revocar a los secesionistas el tercer grado que la Generalitat les otorgó en vísperas de la campaña del 14-F. Seis de los presos del «procés» –Oriol Junqueras, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Joaquim Forn, Raül Romeva y Jordi Cuixart–, volvieron anoche a la cárcel de Lledoners.
Los presos independentistas han disfrutado 40 días en régimen de tercer grado. Es el tiempo que ha pasado entre el pasado 28 de enero, cuando la Generalitat concedió la semilibertad, y este 9 de marzo, cuando el juez del juzgado de vigilancia penitenciario número cinco de Cataluña tumbó la progresión de grado. La resolución del magistrado solo afecta a los siete encarcelados que cumplen condena en el centro penitenciario de Lledoners: Oriol Junqueras, Jordi Cuixart, Jordi Sànchez, Jordi Turull, Josep Rull, Raül Romeva y Joaquim Forn. Dolors Bassa (Puig de les Basses) y Carme Forcadell (Wad Ras) responden ante otro juez, que, de momento, no ha resuelto el recurso de la Fiscalía.
En sus resoluciones, que se pueden recurrir ante el mismo juzgado o ante el Tribunal Supremo, el juez aduce que el tercer grado es «prematuro» y «precipitado» y advierte contra un «vaciado de pena» por el itinerario que están siguiendo los presos independentistas. «Tiene que transcurrir tiempo suficiente para que el tratamiento penitenciario produzca sus efectos, lo que se entiende que no ha ocurrido», apunta el juez, pese a también matizar que la duración de la pena no puede considerarse como criterio único para decidir sobre la progresión del grado.
El juez apunta también a que «se constata la incompatibilidad denunciada por el Ministerio Público entre la progresión acordada y el cumplimiento de los fines de la pena retributivos y de prevención». «Como igualmente pone de manifiesto el Ministerio Público, la progresión a tercer grado en fases tan iniciales de cumplimiento de la pena se traduce de facto en un modo de alterar la decisión condenatoria de la sentencia y su efectivo cumplimiento», considera el magistrado al compartir los argumentos de Fiscalía.
El juez también admite el argumento de Fiscalía al criticar que los informes de la Junta de Tratamiento de Lledoners «sólo hacen referencia asépticamente a que el interno reconoce haber realizado los hechos declarados en la sentencia y asume su responsabilidad, lo que no implica que el interno tenga conciencia de que con dichas acciones se haya cometido un delito», y considera que no han asumido ni un poco el delito por el que fueron condenados por un delito de sedición a penas de entre 9 y 13 años de cárcel.
Gracias al tercer grado, los presos independentistas solo tenían que acudir a prisión durante ocho horas al día y podían dormir en casa entre viernes y lunes. Fuera del centro penitenciario, podían trabajar o hacer actividades de voluntariado. Ahora, en segundo grado, al haber cumplido todos la cuarta parte de la condena, tendrán derecho a disfrutar de 36 días de permisos penitenciarios para salir de la cárcel.
La Generalitat decidió conceder el tercer grado a los nueve presos independentistas el pasado 28 de enero, coincidiendo con el inicio de la campaña electoral. La maniobra impulsó, sobre todo, a Esquerra, que pudo contar con Junqueras, vital para vencer a JxCat. La Fiscalía, una vez superado la cita con las urnas, decidió recurrir y solicitar la suspensión de la semilibertad mientras el juez resolvía el fondo del asunto.
Sin embargo, el juez de vigilancia penitenciaria número cinco –en sustitución de la titular, que está de baja– decidió tumbar las medidas cautelares y mantener a los siete presos en semilibertad.
La Generalitat ya concedió el tercer grado por primera vez el pasado 14 de julio de 2020. Y, el Tribunal Supremo lo revocó medio año después, el pasado 4 de diciembre, esgrimiendo que era prematuro porque, entre otros motivos, ninguno de los nueves condenados había cumplido siquiera la mitad de las condenas y sólo tres de ellos -Jordi Sánchez, Jordi Cuixart y Joaquim Forn- tienen cumplida la cuarta parte de la condena. En estos momentos, todos han superado ya la cuarta parte de la pena carcelaria.
Cabe recordar que la Generalitat tiene ahora la facultad de revisar el grado dentro de seis meses y volver a proponer la semilibertad para los presos.
La decisión afecta a los siete presos de Lledoners. Bassa y Forcadell están a la espera de que el juez resuelva el recurso de Fiscalía