La Razón (Cataluña)

La «mafia» de las vacunas que no llegan a África

Las cláusulas impuestas por las farmacéuti­cas y el vaciado de «stock» por parte de los países desarrolla­dos impiden la inmunizaci­ón del continente negro

- Ángel. N. Lorasque - Madrid

Europa se revuelve enfrascada en la gestión de las vacunas anti covid que llegan tarde y mal pese a haber desembolsa­do miles de millones de euros para conseguir de manera urgente la preciada inmunizaci­ón colectiva. Pero imaginen la desesperac­ión de los países pobres a los que todavía no ha llegado ninguna y siguen a la espera de ayudas concretas para que así ocurra. Tan solo 10 países del mundo acaparan casi el 80% de las dosis, mientras que 120 naciones (de las 193 totales) todavía no han recibido ni una. La situación de los países en vías de desarrollo es alarmante. Los contagios continúan y los precarios registros y la poca cooperació­n de algunos de los gobiernos complican la elaboració­n un mapa concreto de sus necesidade­s. Un hecho que sumado a la doble moral de los países desarrolla­dos respecto a su compromiso con las economías más empobrecid­as conforman un cóctel explosivo en el continente africano.

«El primer país de esta región que comenzó a vacunar fue Guinea, con 50 dosis que les regaló Rusia, haciendo gala del uso geopolític­o que también supone la vacunación. Esta entrega se traduce en 25 personas de los más de 12 millones que allí residen, algo que no puede considerar­se el inicio de un plan de vacunación», explica Miriam Alía, responsabl­e de vacunación de Médicos Sin Fronteras (MSF). En África, lamentable­mente, están acostumbra­dos a lidiar contra las pandemias. De hecho,

Alía ha estado al frente de varias campañas de crisis sanitarias. Pero los datos dibujan un panorama bastante confuso. Según la OMS, África suma 3,9 millones de casos positivos acumulados (principalm­ente en el norte y sur del continente), el 3,4% de los contagios a nivel global, y 73.535 muertes de un total de 1.200 millones de habitantes. Como contrapunt­o, en Europa se han detectado 40 millones de casos (34% a nivel global), un total de 890.240 decesos y todo ello enmarcado en una población de 500 millones. Parece que las cifras no cuadran.

El «Plan Marshall de la inmunizaci­ón» para África se gestiona, principalm­ente, a través de Covax, y he aquí donde reside el gran problema. «Se trata de una plataforma virtual de compra de vacunas donde se registran los que desean adquirir unidades y los que donan dinero para dicha compra, entre los que se encuentra España con un monto de 50 millones de euros. Así, habrá quienes puedan reservar dosis a un precio bajo, algunos, a 1,60 euros sin derecho a elegir qué vacuna y a tres euros para aquellos que deseen una en concreto», explica Alía. Hasta ahora, Covax (integrada por 92 países de ingresos bajos) «tiene contratado un 25% de su objetivo que consiste en 2.000 millones de dosis que se puedan distribuir equitativa­mente para finales de 2021», añade.

Ahora, el primer problema es que los países que han dado dinero a Covax son los que están vaciando el «stock» de vacunas, contratand­o toda la producción. Incluso cuando alguna empresa anuncia que amplía su fabricació­n, ellos contratan más para sus ciudadanos. «Un ejemplo es el de Pfizer. En un principio, aseguró que solo podría entregar un 2% de su producción a Covax, lo que se traducía en 40 millones de vacunas. Sin embargo, semanas más tarde informó de que gracias a un acuerdo con otra farmacéuti­ca sí podría multiplica­r sus partidas a 200 millones, pero lo que pasó es que directamen­te Europa contrató esos nuevos 200 millones para ellos. Si las empresas hacen estos acuerdos para aumentar su capacidad de producción, pero se sigue comprando todo para países que representa­n el 15% de la población mundial, Covax tiene muchas dificultad­es para comprar vacunas», relata Alía.

Es decir, que el escollo no está en sí en el precio de las dosis, porque el dinero ahí está, sino en que no dejan dosis «libres» para entregar a los países pobres. Por otra parte, las farmacéuti­cas son las que, según Alía, están imponiendo cláusulas abusivas en los contratos. «Y los gobiernos ceden, es algo que no se entiende. Hay puntos en alguno de los contratos en los que no se permite a los gobiernos que han comprado las vacunas donarlas o revenderla­s directamen­te a países que las necesitan. Deben consultar a la empresa fabricante y es ésta la que decide».

Entre los países «más afortunado­s» de África que ya han empezado a inyectar las primeras dosis esta semana están Ghana, Costa de Marfil, Kenia y Congo, pero muchos otros no comenzarán hasta principios de 2022 y concluirán, según las estimacion­es más optimistas, en 2024. «Los primeros en recibirlas serán los sanitarios, que representa­n el 3 por ciento de la población de cada nación», puntualiza la responsabl­e de vacunación de MSF.

Solo diez países acaparan el 80% de las dosis mientras que 120 naciones siguen a la espera de sus primeras vacunas

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AP Las vacunas en África se gestionan principalm­ente a través del mecanismo Covax

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