Karina Sainz Borgo, el peligro y la dureza de vivir en la frontera
Publica su esperada nueva obra, «El Tercer País», una impactante novela fronteriza donde los hombres se refugian de la peste
Karina Sainz Borgo llegó a las librerías en 2019 con su ópera prima, «La hija de la española». Y ya antes de su salida tenía contratadas traducciones en más de veinte países. Venezolana de origen, vive en España desde 2006 y es, precisamente, ese vínculo entre ambas culturas lo que hace que su narrativa sea tan singular y conforme un territorio privativo. Una credencial que vuelve a ratificar en esta entrega poderosa donde el coraje de dos mujeres es el salvoconducto para mantener erguida una dignidad a prueba de bomba, donde los caciques, los narcos o los pasadores de inmigrantes llenan el escenario cotidiano. Y el poder de la tierra, el único báculo de ambas.
Narrada en los colores en los que Percy Adlon concibió su filme «Bagdad café», conocemos a dos bravas mujeres: Angustias Romero y Visitación Salazar. La primera huye de la peste junto a su marido y lleva a cuestas los cadáveres de sus dos gemelos sietemesinos a los que quiere dar digna sepultura; la otra regenta un cementerio clandestino en un paraje sin Dios, achatado por la violencia propia de los confines sin ley. El lector es convocado a un territorio fronterizo entre la sierra Oriental y Occidental, en un pueblo llamado Mezquide. Y no podrá resistirse porque se topará de bruces con la vida bajo su disfraz de muerte. Sin gesticulación.
Resistencia frente al caos
Seguirá el plano secuencia de una road movie telúrica en la que, ya que vivir es lo más difícil, el destino único pasa por el descenso a los infiernos guiados por la sabiduría de Virgilio. Así, conocerá que el miedo es la primera línea para los hijos de cualquier frontera geográfica o emocional cuando observe a ambas mujeres. Ellas son la resistencia frente al caos, la fraternidad frente a la orfandad, la aceptación de la vida como una sucesión de lentos pasos hacia adelante. Y en el camino, en el maldito/bendito camino, Angustias, a la manera de un héroe clásico, se elongará como ser humano mientras la observa una Visitación preñada de piedad. Ambas, intuyéndolo, revisitarán a la Antígona sofocliana para hacer lo que juzgan correcto. Una novela feroz, con una descarga de imágenes potentísima. Sugerente en grado sumo y plagada de asombro. La realidad interpela a la autora y, ella, lejos de corregirla, perfecciona el modo de entablar un diálogo con lo incómodo. Estar mal en el mundo, huyendo y librando combates, es la peor de las rutas vitales... pero se trata del viaje que ha preparado para nosotros, sus lectores.
▲ Lo mejor
El camino, sin descanso, sin piedad que nos hace transitar la autora junto a sus tres protagonistas
▼ Lo peor
Que no lo es: la profunda descarga literaria con la que nos dispara esta escritora