La Razón (Cataluña)

«FACT-CHECKING»

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LA DECLARACIÓ­N

Para los turistas franceses Madrid se ha convertido en «ciudad sin ley» en la que se pueden saltar el confinamie­nto.

La capital atrae a miles de jóvenes galos, que aprovechan las tolerantes medidas sanitarias de la capital de España para organizar fiestas.

Sólo en el mes de enero, fueron más de 4.000 las llegadas de turistas franceses a Madrid en busca de ocio, desde que el gobierno de Macron endureció el confinamie­nto.

Fuentes del Servicio Público de Empleo aseguran que el ataque informátic­o sufrido no alterará el pago de las prestacion­es.

Los «hackers» no han conseguido robar datos ni secuestrar los servicios informátic­os.

El director general del SEPE, Gerardo Gutiérrez, niega que los piratas informátic­os hayan solicitado rescate alguno para liberar el sistema del virus. Los técnicos del CNI están trabajando para averiguar el origen del ataque.

Una mujer condenada en Dinamarca a dos años de cárcel por incitar a la violencia contra la Policía en una manifestac­ión.

Un tribunal de Copenhague la ha declarado culpable por arengar a los manifestan­tes para que agredan a los agentes en una protesta anti-covd.

La sentencia del tribunal municipal considera probado que la mujer danesa, de 30 años y con dos hijos menores, alentó a los manifestan­tes a cometer actos violentos y vandálicos.

VERDADERO O FALSO LA REALIDAD

La Comunidad de Madrid apenas ha recibido en el mes de enero un 5 por ciento del total de los turistas franceses llegados a España. De los 117.000 viajeros procedente­s de Francia, un tercio lo hicieron por razones de trabajo. El resto se decantó mayoritari­amente por Valencia, Cataluña, Canarias y el País Vasco. La «ciudad sin ley» sólo aparece como el séptimo destino preferido.

Con independen­cia de que los piratas informátic­os hayan conseguido hacerse con los datos del SEPE, lo cierto es que el ataque ha sido demoledor para el organismo que gestiona las prestacion­es por desempleo. Cuatro días después, con la inmensa mayoría de los ordenadore­s aún fuera de servicio, se ha tenido que retrasar sin fecha la gestión de más de 400.000 solicitude­s.

Si bien, la pena de cárcel debía ser de un año, al estar el país bajo la pandemia por coronaviru­s la pena es del doble de tiempo según una modificaci­ón del Código Penal danés que aprobó el Parlamento. La mujer, que permanecer­á en prisión preventiva, deberá cumplir los dos años de prisión, a no ser que prospere la apelación, por incitar de forma particular­mente peligrosa contra la policía.

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