La Farmacia, un activo fundamental en esta crisis
cumple un año de la declaración del primer estado de alarma por la pandemia de la Covid-19. Una emergencia sanitaria global en la que hemos tenido que hacer frente a desafíos sin precedentes en todos los ámbitos. Sin duda, esta crisis ha puesto en evidencia muchas realidades en ocasiones poco valoradas. Una de ellas ha sido la aportación de la profesión farmacéutica a la salud y bienestar de los españoles, su continua proactividad y afán por ofrecer soluciones para evitar el colapso del Sistema Nacional de Salud.
En todas sus facetas la Farmacia ha estado en primera línea, en los hospitales, la distribución farmacéutica, los laboratorios clínicos, la salud pública, la docencia, la investigación, la industria y, por supuesto, en la red de más de 22.000 farmacias. Los más 53.000 farmacéuticos a pie de calle han garantizado que los pacientes tenían su tratamiento, desarrollando atención domiciliaria, resolviendo los problemas de salud y contribuyendo a aumentar la capacidad asistencial del sistema sanitario. Solo en el primer mes de confinamiento, asistieron a más de 30 millones de personas y más de 2 millones recibieron atención telefónica. Hasta en los peores momentos la red estuvo operativa al 99,8% y en estos doce meses han realizado 15 millones de horas de guardia.
Además, desde la Organización Farmacéutica Colegial hemos presentado a las autoridades hasta 35 propuestas para garantizar el abastecimiento de medicamentos, poner fin a la especulación en el precio de las mascarillas, colaborar con los hospitales en la dispensación de fármacos o, incluso, iniciativas sociales como ofrecer ayuda a las mujeres víctimas de violencia de género o la detección de personas en riesgo en colaboración con los Cuerpos de Seguridad del Estado.
También el liderazgo digital de la farmacia española permitió generar con agilidad soluciones tecnológicas como las modificaciones de la receta electrónica pública para renovar las prescripciones en pacientes crónicos, la renovación de visados o la habitación del módulo de contingencia de Receta Electrónica Privada. Un enorme potencial sanitario y social que debe aprovecharse por las autoridades sanitarias para la salida de esta crisis, en la que los farmacéuticos vamos a seguir siendo un ejemplo de responsabilidad, compromiso y vocación de servicio.
Los más de 53.000 farmacéuticos han garantizado que los pacientes tuvieran su tratamiento