«Creemos en este acto de responsabilidad profesional»
El grupo explica que «esta prueba es fundamental para la música en directo», un sector en quiebra
EstánEstán a punto de publicar su nuevo trabajo, «V. E. H. N. (Viaje épico hacia la nada)», pero la causa exigía dejar al lado los planes individuales. Cuando recibieron la propuesta de Festivales por la Cultura Segura, Love Of Lesbian supieron que era el momento de comprometerse. «Tenemos absoluta confianza en las medidas que se van a tomar, que vienen avaladas por los expertos científicos con los que nos hemos reunido y que, junto con los promotores, están detrás de este proyecto», dice el grupo sobre una inciativa que, para ellos, «tiene un significado aún más profundo que el hecho de tocar por primera vez después de un año. Queremos darle las gracias al público por apoyar este acto que aúna ciencia y música y en el que tanta gente ha trabajado durante los últimos meses». Las entradas para el concierto del Palau Sant Jordi del próximo 27 de marzo se agotaron en apenas unas horas.
En un comunicado conjunto del grupo, con el que tratan de evitar protagonismos, la banda explica que el evento «será un hito en la recuperación de un sector que vive momentos que siguen siendo dificilísimos, con grupos cancelando giras, salas de conciertos sumando pérdidas y compañeros de oficio vendiendo sus propios instrumentos para llegar a fin de mes», lamentan. «Creemos firmemente en este acto de responsabilidad profesional. Subirnos al escenario el 27 supone también un compromiso con nuestra ciudad y nuestro público después de tanto tiempo sin vernos», aseguran.
Recuperación de un sector
Para el grupo, el concierto del Sant Jordi «será un hito en la recuperación del sector de la música en directo». Desde la organización explican a este periódico que la cita, aunque ha vendido entradas por los canales comerciales, será deficitaria, pero que lo importante es que la prueba piloto se lleve a cabo con éxito.
«Creemos que participar en esta prueba es importante. Será otro avance tras el primer paso dado en la Sala Apolo de Barcelona el pasado diciembre y además contribuiremos a recuperar esos pequeños gestos tan añorados: los nervios antes de un concierto, los abrazos después de una canción o entrelazar las manos en un estribillo», explica la banda, que se siente «esperanzada» por los resultados pero que prefiere «dar un paso a un lado y ceder el protagonismo a quienes realmente lo merecen: las personas que han estado trabajando durante meses para idear, coordinar y hacer realidad este evento».