La Razón (Cataluña)

«Con la pandemia hemos aprendido a trabajar con una unidad de criterio sin precedente­s»

- R. BONILLA -

Tras un año de pandemia, ¿cómo recuerda aquellas primeras semanas de marzo? Todo el mundo recuerda lo que hizo el día 14 de marzo del año pasado. También las calles vacías y el silencio del confinamie­nto. Los médicos recordamos con alarma lo que supuso la invasión de pacientes que venían en una situación muy compleja para ser atendidos por una enfermedad que no conocíamos.

2.¿Qué errores se cometieron? Ha habido uno básico que es no haber previsto la magnitud de la urgencia. Esto ha ocurrido en todo el mundo. Pero culparnos sería masoquista. Todos, desde jefes de servicio hasta el personal auxiliar, sanitarios y no sanitarios, estuvieron ayudando. Nadie se puso de perfil. Más que errores destacaría la conciencia y la responsabi­lidad que el colectivo sanitario mostró. Hubiera cambiado el hecho de que durante unas semanas no podíamos diagnostic­ar a los pacientes por la escasez de medios. Hemos llegado con retraso a la posibilida­d de incorporar tecnología diagnóstic­a, en particular las PCR que al principio eran manuales y muy lentas. Ahora casi todos los hospitales y laboratori­os pueden realizar PCR de forma masiva, algo básico para controlar la epidemia.

¿Y qué aciertos se dieron? La capacidad de adaptación creo que ha sido una gran lección. La pandemia nos llevó a convertirn­os en un hospital Covid excepto los enfermos oncológico­s, los partos y la cirugía urgente. Esto llevó a que el 90% de los profesiona­les estuvieran dedicadas a la Covid.

4.¿Qué buenas prácticas se han instalado este año?

Ha habido muchos cambios tanto dentro como fuera del hospital. Hemos aprendido a trabajar con una unidad de criterio. Una de las mejores prácticas ha sido diseñar equipos de trabajo multidisci­plinares y multiprofe­sionales con el apoyo de los gestores con una gran eficacia y de manera coordinada con enfermería, con limpieza, celadores, cocina… Todos desde una misma óptica. Eso nos ha dejado una sensación de unidad que no habíamos experiment­ado hasta ahora. Además, los diez hospitales del grupo Quirónsalu­d en Madrid, desde el principio de la crisis y antes incluso del primer estado de alarma, hemos estado trabajando de forma coordinada, lo que nos permitió adaptarnos mejor a la situación y gestionar posibles imprevisto­s. Entre las buenas prácticas está el análisis de la enfermedad. Se han ensayado muchos tratamient­os y actuacione­s sin tener evidencias previas, haciendo un esfuerzo para analizar cuáles han sido los resultados de la práctica clínica. Hemos modificado los protocolos con arreglo a las nuevas evidencias. La cantidad de informació­n que se ha generado ha sido enorme, lo que también ha llevado en ocasiones a mucha confusión.

Entre los estudios de su hospital está el de la ciclospori­na. ¿Qué avances han logrado?

El análisis de las primeras semanas nos dio un resultado inesperado, pero en el que confiábamo­s, que fue la utilidad de la ciclospori­na. Este fármaco inmunosupr­esor se usa en múltiples enfermedad­es. Pensamos que podría tener un papel en la reducción del proceso inflamator­io que subyace a la Covid-19 grave. En el análisis de nuestros pacientes observamos estaba asociado a una reducción de mortalidad y a raíz de ello hemos seguido utilizando la ciclospori­na en un estudio prospectiv­o y esperamos que se pueda realizar un ensayo clínico aleatoriza­do que nos genere una evidencia mayor.

Han editado una guía con la experienci­a acumulada. ¿Cuáles son las conclusion­es?

El Manual Covid-19 de Quirónsalu­d Madrid recoge la experienci­a clínica y organizati­va del hospital. Cada capítulo está escrito por diferentes equipos y describe cómo la enfermedad afecta a los órganos o sistemas de su especialid­ad e incluye un resumen de la evidencia disponible al respecto. Además, incluimos recomendan­ica, ciones organizati­vas, adopción de medidas de protección, cambios en los protocolos de vigilancia epidemioló­gica a los pacientes que ingresan, cómo cambian los equipos, incluso en los materiales necesarios.

Ahora se enfrentan a pacientes con secuelas. ¿Qué están encontrand­o en consulta?

La Covid-19 es fundamenta­lmente un problema agudo. Es infrecuent­e que haya problemas a largo plazo. Un grupo porcentual­mente reducido requiriero­n ingreso, soporte respirator­io o ingresos en la UCI, pero en un contexto pandémico parece que son muchos. Estos enfermos requieren un tiempo de recuperaci­ón. Hemos observado afectados a los que les cuesta recuperar el olfato; otros con estado de debilidad crófatiga crófatiga y dificultad para realizar actividade­s o cansancio mental. También observamos muchos pacientes con patología psicosomát­ica o psiquiátri­ca precipitad­a o agudizada. Creemos que muchos de estos problemas no son específico­s de esta enfermedad. Estamos en un proceso de análisis. En este hospital se realiza un seguimient­o prospectiv­o de los pacientes con neumonía Covid con evaluacion­es funcionale­s, respirator­ias y de imagen mediante escáner torácico y otro tipo de pruebas respirator­ias. Con ellos podremos aportar datos fiables que ayuden a precisar cómo se recuperan los pacientes Covid más graves.

¿Cómo se han preparado para el manejo de esos afectados? Tenemos un número muy elevado de consultas post-Covid y se ha incluido un protocolo específico para quienes han sufrido neumonía a los que se les hace un seguimient­o específico.

¿La pandemia cambiará la forma de hacer Medicina? Hay cosas que ya han cambiado. Estamos haciendo mucha consulta telefónica que se incorporar­á para pacientes estables. Pero el teléfono no va a sustituir la visita presencial. La pandemia ha puesto en valor de nuevo la necesidad de mantener una visión clínica integrador­a como la que aportan los servicios de Medicina Interna. En cuanto a diagnóstic­o, la utilizació­n cada vez más extendida de la tecnología molecular, en particular la PCR, es una realidad, pero eso va a ser explosivo y nos va a permitir acelerar el diagnóstic­o de muchas patologías. Otro de los cambios que ha venido para quedarse es el uso de mascarilla en la calle y en el hospital. La pandemia ha sacado del olvido a los Servicios de Epidemiolo­gía y Salud Pública. Son necesarios muchos recursos para que sean un pilar esencial en el sistema sanitario. Además, hemos visto cómo la colaboraci­ón público-privada ha sido necesaria.

¿Qué grandes lecciones se han aprendido en Sanidad? Nunca como ahora se ha trabajado tanto en equipo y de manera tan eficaz y será parte de nuestra formación como sanitarios, aprender a apoyarnos, porque los problemas sanitarios son de todos. Cuando hablo de todos, incluyo a pacientes, familias, políticos… Estos problemas se resuelven con esfuerzo colectivo. Si no se entiende así, tardaremos más en resolverlo y habrá más víctimas.

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RUBÉN MONDELO

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