Arrimadas asume errores y llama a relanzar Cs
Amplía el Comité Permanente de 7 a 16 miembros con algunas voces críticas
La Ejecutiva de Ciudadanos se reunió ayer durante más de cinco horas para intentar atajar la crisis que la «operación Murcia» había sumido al partido donde, la moción de censura supuso un terremoto con réplicas que han hecho temblar la estructura del partido naranja dejándole en una suerte de «ser o no ser», con fugas y «OPA hostil» de por medio.
Antes de que comenzara la reunión, que se retrasó una hora, dos de los hombres de confianza de Inés Arrimadas, Carlos Cuadrado y José María Espejo se apartaban a un lado y dejaban las vicesecretarías generales del partido para así proteger a la líder de Cs. De no haberlo hecho, la Ejecutiva habría cargado directamente las responsabilidades contra ella. La presidenta de Ciudadanos, Inés Arrimadas, propuso a la Ejecutiva nacional del partido «cambios» en el Comité Permanente para afrontar la nueva etapa y apostó por conformar una «Permanente de concentración» ante lo que dijo son los «retos que tiene el partido por delante».
Momentos de tensión
Su apuesta, que fuera ratificada por la Ejecutiva, supone la ampliación de la Permanente pasando de 7 a 16 miembros dando entrada a voces críticas del partido. En ese núcleo duro la líder de Cs sigue manteniendo a Carlos Cuadrado y José María Espejo, pero como secretarios del partido y desaparee de la estructura el puesto de vicesecretario. De esta manera diluye el peso de dos de los responsables que más peticiones de dimisión habían suscitado, los mantiene. El organigrama quedaría con Inés Arrimadas, como presidenta; Marina Bravo, secretaria general; Edmundo Bal pasa a ser el portavoz del partido mientras que Melisa Rodríguez, que actualmente ocupaba dicho cargo, se convierte en portavoz adjunta. El resto de los miembros pasan a ser secretarios y lo formarán: Ignacio Aguado, Jordi Cañas, Carlos Cuadrado, Guillermo Díaz,
José María Espejo, Sara Giménez, Fernando Giner, Borja González, Juan Marín, Daniel Pérez y Begoña Villacís. En la propuesta de la líder de Cs también estaba incluido Toni Cantó, quien rechazó la oferta, y dimitió de todos sus cargos anunciando que deja la política. Antes de irse había exigido las dimisiones de toda la Ejecutiva en bloque, Arrimadas incluida. Sin embargo, no se llegó a votar su petición y éste abandonó el cónclave antes de que terminara y anuncio que presentará su dimisión.
El líder de Cs en Cataluña, Carlos Carrizosa definió la reunión con la palabra «unidad» y dijo que había ido bien. El partido cerró filas en torno a Arrimadas, aunque hubo quien advirtió molesto que el «somos un meme de nuestro propio partido». Otros criticaron el hecho de haberse enterado por los medios de la moción y las consecuencias que había traído. La líder de Ciudadanos se dirigió a la Ejecutiva poniendo en valor que, durante todo este tiempo el partido naranja ha sido un partido que ha practicado la «política útil, centrado y esforzándose en tender puentes» en la España mientras algunos quieren seguir dividiendo en bandos. Reconoció haber tenido aciertos y también asumió «errores. Y tanto», pero, destacó que, cada vez que se tomaron decisiones fue «haciendo lo correcto para España». Fueron «difíciles de tomar», pero con la garantía de que tomándolas «pudiéramos tener la conciencia tranquila».
La líder de Cs defendió ante su Ejecutiva la moción de censura presentada en Murcia y subrayó que se intentó solucionar la situación que estaban viviendo en la Región con «lealtad» dentro del acuerdo de gobierno porque, recalcó que las siglas naranjas somos «muy buenos socios, pero malos cómplices». Eso sí, lamenaunque
La líder de Cs destaca que el partido es «leal». «Somos buenos socios, pero malos cómplices» y defendió la moción
tó que, entre los errores cometidos está el de no haber sabido explicar o trasladar a los españoles, con suficiente claridad el motivo de esa moción de censura.
También, la líder de Cs se mostró «orgullosa» de que personas de su absoluta confianza -en referencia a Cuadrado o Espejo– dieran un paso al lado. Apuntó que Cs es un partido «incómodo» y garantizó que seguirán siendo leales a sus socios de gobierno en las autonomías donde gobiernan en coalición.
Sobre las ultimas bajas producidas en las filas naranjas y la OPA lanzada por el PP para absorber a Cs, advirtió de que «nosotros no tenemos a ningún otro partido como enemigo», pero de
Los cargos del partido cierran filas con Arrimadas que lamenta la OPA del PP: «No son nuestros enemigos»
fendió que, los que quieren votar a uno de centro liberal, como la formación naranja, «puedan seguir haciéndolo». Ante los que se han puesto al servicio de otras siglas a escasas horas, Arrimadas destacó que «sirve para ver la diferencia entre el verbo ser o estar. Hay personas que estaban en ciudadanos, pero quizá no son de Cs».
La Ejecutiva comenzó con la propuesta del portavoz de Cs en el Congreso, Edmundo Bal en la que instó a rechazar la puesta en marcha de esa «operación del PP» y condenar sus oscuras prácticas, el «transfuguismo» y la atracción de cargos a través de múltiples ofrecimientos «contrarios a toda ética» y que no se limitan solo a la Región de Murcia. Además, propuso mostrar un «compromiso unitario para reafirmar no solo la vigencia y autonomía del proyecto, sino la voluntad de relanzarlo».
Durante la reunión, la diputada de la formación naranja de la Región de Murcia, Ana Martínez y el concejal del ayuntamiento Mario Gómez, quienes presentaron la moción de censura, narraron los episodios vividos en sus gobiernos con el PP y los duros meses de denuncia de presunta corrupción e irregularidades, así como la situación de acoso vividas por levantar la voz. Su testimonio arrancó el doble aplauso de la Ejecutiva, según indicaron fuentes del partido.