Los radicales buscan votos en la calle
Las Fuerzas de Seguridad se preparan para una campaña dura
La manifestación que grupos de ultra izquierda habían convocado ayer en Madrid constituyó un fracaso gracias al dispositivo policial que embolsó a los concentrados desde los primeros momentos. Tras proferir diversos gritos, optaron por disolverse.
El objetivo que subyacía en la manifestación era el de visualizar la presencia de la extrema izquierda en las calles de la capital una vez que la presidenta de la Comunidad, Isabel Díaz Ayuso, decidió convocar elecciones autonómicas para evitar una más que posible moción de censura.
La disculpa, como ocurrió en Cataluña, era el encarcelamiento del rapero Pablo Hasel, o la situación económica derivada de la pandemia.
«Madrid será la tumba del fascismo”. fascismo”. La Policía Nacional, con un fuerte dispositivo, impidió ayer que la manifestación, convocada por varios grupos de ultraizquierda en Madrid, pudiera celebrarse de acuerdo con los planes de los convocantes. A la hora de cerrar esta edición, no se habían producido incidentes, aunque algunos individuos habían sido sorprendidos cuando intentaban arrancar adoquines con palanquetas para tirárselos a los agentes policiales.
Cordones formados por agentes de las Unidades Intervención (UIP) prácticamente embolsaron a los congregados, que en el momento de máxima afluencia llegaron a juntar a unos 600 individuos. La concentración comenzó a las 19.00 horas en Atocha y estaba previsto que avanzara hasta la Plaza de Cibeles.
La manifestación había sido convocada por el Movimiento Antirrepresivo de Madrid (MAR), un grupo que en sus inicios estuvo en la órbita de Podemos. A lo largo de los últimos días, movimientos de extrema izquierda y anarquistas se habían sumado a la convocatoria.