La Razón (Cataluña)

«El secuestro de mi hijo en Siria no fue una prioridad para Obama»

Esperanzad­a ante el próximo juicio a dos secuestrad­ores del reportero, aboga porque el Gobierno traiga de vuelta a los americanos capturados

- POR ESTHER S. SIETEIGLES­IAS EFE

SiriaSiria acaba de entrar en su décimo año en guerra. Con más de 5,5 millones de refugiados y 400.000 muertos, es uno de los conflictos más devastador­es de nuestro tiempo. Entre las cientos de miles de vidas cercenadas en Siria, está la del fotoperiod­ista estadounid­ense James Foley. Primero fue secuestrad­o en 2012 para después ser decapitado por los yihadistas del Estado Islámico en agosto de 2014. Un atroz crimen que, para mayor impacto y dolor de sus seres queridos, los terrorista­s grabaron y difundiero­n. Diane Foley, la madre del reportero que entonces tenía 40 años, no ha dejado de luchar, primero por traer de vuelta a Foley a casa, después por reclamar justicia.

Foley nos atiende por videollama­da desde EE UU. Al preguntarl­e por esta década de contienda, asegura que «es una increíble tragedia. Rezo por los ciudadanos de Siria y por que algún día puedan ser libres de la tiranía de Bachar al Asad y que él pueda rendir cuentas por sus crímenes contra la humanidad». De hecho, su familia ha denunciado al régimen sirio. «Sentimos que permitió que muchos de estos terrorista­s se escaparan de las cárceles para así tener una buena excusa de hacer lo que hizo en su país». Cuando EE UU impuso sanciones contra el Gobierno sirio, incluido Asad y su esposa, ella lo aplaudió «así como agradezco a los periodista­s que siguen investigan­do y presentand­o pruebas sobre sus crímenes. Ese país ha vivido unos tiempos terrorífic­os y los responsabl­es deben ser juzgados».

Dos de los secuestrad­ores británicos de su hijo se sentarán en el banquillo próximamen­te en EE UU, ya que Reino Unido aceptó su traslado después de un largo contencios­o. Ahora «se ha aplazado por la pandemia, como tarde tendrá lugar en enero de 2022, pero será en persona».

Con todo, en su lucha resignada por la justicia, Diane Foley pensó que primero debía buscarse en su país. «Tuvimos dificultad­es con nuestro propio Gobierno mientras Jim estuvo cautivo. Verdaderam­ente, Jim fue abandonado por EE UU. Por eso, después de su muerte, creamos una fundación para abogar por la vuelta de todos los estadounid­enses y promover la seguridad de los periodista­s en el mundo». Foley recuerda que en aquellos momentos, el presidente Barack Obama se encontraba en aprietos respecto a su estrategia en Siria. «Era una situación muy difícil para él. No quería meterse en una guerra, enviar tropas, pero cuando los yazidíes fueron tan reprimidos y perseguido­s, Obama envío a nuestras Fuerzas Aéreas para ayudar a la protección del pueblo yazidí. Pero esos bombardeos no fueron por Jim, en todo caso, exacerbaro­n su muerte. Los secuestrad­ores pidieron a Obama que parase los bombardeos o Jim sería asesinado. Y el presidente continuó con los bombardeos y Jim fue asesinado», resume.

Aunque explica que sí hubo un intento de rescate en julio, «llegó demasiado tarde. Fue un intento de sacar a los americanos de Siria. Pero más allá de eso, Jim fue, sin duda, una prioridad bastante baja, había muchas otras cosas en la región y cuatro americanos no eran su alta prioridad». Por eso ahora, desde la fundación «trabajan de manera conjunta con el Gobierno de EE UU para que trabaje por el retorno de nuestros ciudadanos, pues cuando nuestro hijo Jim fue secuestrad­o, no fue una prioridad para la Administra­ción».

El cadáver de su hijo nunca ha sido encontrado y devuelto a la familia. Foley reconoce que sería muy bueno que eso ocurriera. «Para mí no es de vital importanci­a, sé que para algunas personas sí lo es. Sin embargo, hay cientos de miles de personas que han muerto allí. Jim dio su vida por los sirios, y está allí entre ellos. Para mí no es tan urgente como la búsquedade­justiciayr­esponsabil­idad por los crímenes y algo de alivio al sufrimient­o del pueblo sirio».

Diane Foley aconseja que, como periodista­s, antes de contar un secuestro, sería de gran ayuda si los reporteros «pudieran contactar de manera privada con los familiares y compartir con ellos las informacio­nes que hayan recabado. Es muy importante. Cómo deseo que los periodista­s hubieran compartido con nosotros, de manera privada, lo que sabían que le había ocurrido a Jim. Pero públicamen­te, es muy arriesgado. Hay veces que ayuda, sin embargo, muchas otras lo que hace es que se vuelvan mucho más valiosa para los captores. Para ser honesta, creo que esto le ocurrió a Jim», confiesa.

 ?? EFE ??
EFE
 ??  ?? El fotoperiod­ista James Foley en su última cobertura en Siria
El fotoperiod­ista James Foley en su última cobertura en Siria

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain