LEY ANTI-ALQUILER
PabloPablo Iglesias manifiesta no poder dimitir ya. Argumenta estar inmerso en una mejor Ley de Vivienda que, para las provincias de alquileres más altos, pretende basarse en un llamado sistema estatal de índices de referencia del precio del alquiler. Un Índice que fija para una zona un valor promedio en euros que, simplemente, se multiplica por la superficie construida. Sin valorar que pueden existir hasta casi 20 determinantes –con oscilaciones hasta del 50% del alquiler mensual– difícil de recoger estadísticamente. Así además de la ubicación, orientación, distribución, tamaño, altura, influye que la vivienda sea interior/exterior, con más/menos luz natural, con/sin ascensor, trastero, portero/horas de vigilancia, terraza, patio; estado, antigüedad, reformado o no y calidades; sistema de calefacción, y si es central/individual…; costes de comunidad, vacío/amueblado; con/sin piscina, áreas verdes; con/sin plaza de garaje. Y por supuesto la poca/mucha financiación y necesidad que tenga de alquilar el propietario, o de enlazar o no un inquilino con otro para no perder mensualidades. Y es que el mercado del alquiler es coyuntural, cambiante, autorregulable dependiendo de una eficiente acción conjunta público-privada y de la oferta pública. Más intervención, con sus injusticias, generará deterioro del parque, inseguridad jurídica y más economía sumergida. Por si fuera poco el referido Índice se basa en datos de fuentes tributarias obsoletas de 2018. El conocido experto inmobiliario y económetra Iglesias Turrión tiene trabajo.
«Más intervención generará deterioro del parque y economía sumergida»