AGUA, GARANTÍA DE FUTURO PARA LAS PERSONAS Y EL PLANETA
Los recursos hídricos son básicos para nuestra vida cotidiana y para el progreso de la sociedad
ElEl futuro de nuestro planeta depende del líquido más preciado para la vida: el agua. Es el elemento que distingue a la Tierra del resto de planetas que conocemos hasta ahora. Lo que nos hace únicos. Por eso, el futuro de la humanidad depende de este recurso natural insustituible.
El Día Mundial del Agua, que se celebra hoy, 22 de marzo, auspiciado por Naciones Unidas, se centra este año en «El valor del agua» y busca conocer el significado que este elemento tiene para cada uno de nosotros y tomar conciencia al respecto. Una reflexión más necesaria que nunca porque en 2050 la población mundial alcanzará casi los 10.000 millones de personas y la demanda mundial de agua aumentará entre un 20 y un 30%.
La disponibilidad de recursos hídricos se encuentra gravemente amenazada por el impacto del cambio climático. La acción del ser humano ha desestabilizado el equilibrio natural y en los últimos años vivimos los efectos de esta situación con episodios de lluvias y sequía cada vez más extremos. El caso de la DANA en Alicante en 2019, el temporal «Gloria» en Cataluña el año pasado o, más recientemente, el paso de «Filomena» «Filomena» en Madrid son claros ejemplos de cómo la emergencia climática ha empezado a afectar a nuestras vidas. España es el país de la UE más vulnerable al cambio climático y el que sufre un mayor estrés hídrico, según la Agencia Europea del Medio Ambiente, por lo que mitigar los efectos del calentamiento global es urgente.
Motor de desarrollo
El agua es un bien básico para las personas y sus hogares. Beber, cocinar, ducharnos, lavar los platos y regar las plantas son gestos cotidianos a los que ahora hemos sumado un nuevo ritual: lavarnos las manos a conciencia es la mejor manera de protegernos a nosotros y a nuestras familias en la actual crisis sanitaria, que ha puesto de relevancia la importancia del binomio agua-salud.
Los recursos hídricos, impulsores del cambio desde el inicio de las civilizaciones, permiten el desarrollo socioeconómico de los territorios y de las comunidades. Son esenciales y hacen sostenibles todas las actividades que generan riqueza: la industria, la agricultura y la minería, entre otros. Pero, sobre todo, son un factor clave para las ciudades y sus entornos, donde vivirá el 75% de la población mundial en 2050. La correcta integración de los sistemas de abastecimiento de agua potable, saneamiento y alcantarillado contribuye a una mayor resiliencia de las ciudades.
La economía circular y el uso de recursos hídricos alternativos, como la reutilización de aguas pluviales para el riego de zonas verdes o la limpieza de calle, se han vuelto fundamentales en el desarrollo de futuras soluciones para las grandes urbes del planeta. Pero el agua es mucho más que un servicio. Su importancia le confiere el papel de catalizador a la hora de avanzar hacia una sociedad más justa y con oportunidades para todos.
Pacto para una recuperación inclusiva
SUEZ España, que tiene en su ADN la gestión responsable del agua y pone a las personas en el centro de su estrategia, ha tomado la iniciativa ante los retos derivados de la actual crisis sanitaria. El grupo ha propuesto alcanzar –territorio a territorio− un Pacto Social que garantice una recuperación económica sostenible y equitativa, de acuerdo con la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas. Se trata de garantizar siempre el acceso al agua a los colectivos vulnerables e impulsar una recuperación «verde» que llegue a toda la sociedad, sin dejar a nadie atrás. Una reactivación basada en la colaboración público-privada y en el empleo de calidad, aprovechando los fondos europeos Next Generation para realizar inversiones estratégicas, en las que el agua y su futuro tengan un papel protagonista.
El grupo ofrece servicios en el ámbito de la sostenibilidad hídrica y ambiental para acompañar a los territorios y las ciudades en la transición ecológica. Un ejemplo de solución, basada en la propia naturaleza, es el parque de La Marjal, en Alicante, capaz de recoger 45 millones de litros de aguas pluviales, mitigando así los problemas de inundaciones en el entorno urbano. Un pulmón verde para la ciudadanía que favorece la biodiversidad.
A la vanguardia en la detección del virus
En la lucha contra la pandemia, SUEZ España desarrolló en tiempo récord la solución integral COVID-19 City Sentinel para la detección temprana del virus en las aguas residuales, combinando analíticas de laboratorio, el análisis de la topología de las redes de alcantarillado y el acceso a una plataforma digital de gestión de datos. Se trata de una herramienta de vigilancia epidemiológica para identificar de forma precoz la presencia del virus, realizar el seguimiento de su evolución y adoptar medidas efectivas inmediatas para anticipar la aparición de nuevos brotes. Esta innovadora solución, que incluye la detección de la nueva cepa británica, está implementada ya en más de un centenar de municipios en el territorio nacional y permite hacer el seguimiento a más de 13 millones de habitantes.
El futuro de la gestión del agua
Los grandes retos a los que se enfrenta la sociedad actual, como la lucha contra la emergencia climática o la actual crisis sanitaria, son más fáciles de superar con el apoyo de la tecnología y las herramientas digitales. La gestión e interpretación de datos (big data), las mediciones inteligentes (smart metering) o la aplicación de modelos de inteligencia artificial son instrumentos que impulsa SUEZ España en su apuesta por la digitalización, permitiendo transformar por completo la gestión urbana del ciclo del agua. Para ello, el grupo cuenta con la red de hubs digitales DINAPSIS –un total de seis centros repartidos en el territorio nacional– cuya misión es desarrollar tecnología de vanguardia para construir ciudades más inteligentes, resilientes y verdes.
Según Naciones Unidas, el agua tiene impacto para toda la sociedad: como fuente natural primordial, a través de las infraestructuras hidráulicas y del papel que conlleva en el desarrollo de los servicios esenciales −como la salud−, la actividad económica, así como su aportación sociocultural. En definitiva, el agua es un bien esencial para todos y para todo que debemos cuidar y proteger para el futuro.