La Razón (Cataluña)

La OTAN vuelve a centrar la relación transatlán­tica

Blinken deja en el aire la salida de Afganistán el 1 de mayo

- Mirentxu Arroqui - Bruselas

Tras los vaivenes de la época Trump, EE UU y la UE vuelven a jurar los votos del vínculo transatlán­tico. Como muestra de que este voluntad es firme, ayer el nuevo inquilino de la Casa Blanca envió a Bruselas a su secretario de Estado, Antony Blinken, para participar en una cumbre ministeria­l de la OTAN. El representa­nte de EE UU también aprovechar­á este visita para entrevista­rse hoy con la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el Alto Representa­nte, Josep Borrell. Además, el propio Joe Biden participar­á de manera telemática en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de los Veintisiet­e que se celebra mañana y pasado por videoconfe­rencia. Barack Obama fue en abril de 2009, el último presidente de EE UU en intervenir en un encuentro de este tipo y también lo hizo su predecesor, el republican­o George W. Bush en junio de 2001. Se espera que el deshielo en las relaciones trasatlánt­icas cristalice con una visita a la capital comunitari­a de Biden este año, siempre que las restriccio­nes por el coronaviru­s lo permitan.

Los últimos gestos de la nueva Administra­ción han sido esperanzad­ores para la UE: Bruselas y Washington han actuado de manera coordinada para imponer sanciones a Rusia y China, EE UU ha vuelto a suscribir los compromiso­s contra el cambio climático del Acuerdo de París y las dos parten han llegado a una tregua en la guerra comercial por los subsidios ilegales concedidos a Boeing y Airbus.

«He venido aquí a expresar el compromiso inquebrant­able de EE UU hacia la OTAN, que ha sido la piedra angular de la paz, la prosperida­d y la estabilida­d para la comunidad transatlán­tica durante más de 70 años. Y he venido a Bruselas porque EE UU quiere reconstrui­r sus alianzas, principalm­ente con nuestros socios de la OTAN», aseguró ayer Blinken. EE UU vuelve a creer en la vigencia de la organizaci­ón militar, después de que Trump consideras­e este organismo como «obsoleta» y amenazase con dejar a los aliados a la intemperie si estos no aumentaban su gasto en defensa hasta el 2% del PIB. Pero ahora hay que pasar de las musas al teatro. Uno de los mayores retos a corto plazo para la OTAN consiste en la salida de Afganistán. Trump firmó un acuerdo de paz con los talibanes por el que las tropas estadounid­enses se comprometi­eron a salir del país el 1 de mayo. A pesar de que esta fecha se acerca de manera inexorable, Washington reconoce que no sabe qué hacer ya que los talibanes no están cumpliendo sus promesas con el incremento de los combates y a una ola de asesinatos contra periodista­s, activistas e intelectua­les.

EE UU teme que una retirada prematura deje a Afganistán al borde del caos y con el yihadismo internacio­nal campando a sus anchas tras 20 años de presencia militar. La iniciativa correspond­e a Washington, pero la nueva Administra­ción demócrata promete que cualquier decisión se tomará de manera coordinada con sus aliados, que también mantienen tropas en el país, aunque el contingent­e de EE UU sigue siendo el más numeroso. El domingo, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, visitó por sorpresa Afganistán y mostró su preocupaci­ón por el aumento de la violencia.

La reunión de ayer de los aliados no sirvió demasiado para aclarar el horizonte. En abril, Turquía organizará una reunión para que las conversaci­ones de paz intraafgan­as, ahora congeladas, puedan retomar el vuelo. «Lo más importante para nosotros como aliados es que para ir hacía adelante necesitamo­s actuar de manera coordinada, llevar a cabo consultas de manera estrecha, tomar decisiones juntos y actuar juntos», señaló ayer el secretario general de la Alianza, Jens Stoltenber­g, como canto a la unidad, ante una disyuntiva endiablada.

Este pasado viernes, los talibanes amenazaron desde Moscú con dar por roto el acuerdo de paz si Washington no cumple lo prometido y prolonga su presencia en el país. La participac­ión del presidente Biden en la cumbre europea servirá para calibrar la unidad del vínculo transatlán­tico ante potencias como Rusia, China y Turquía. Según Blinken, Washingon considera a Ankara un «aliado valioso y duradero» pese a las discrepanc­ias en algunos ámbitos y cree que la firmeza respecto al Kremlin resulta compatible con la búsqueda de alianzas. «Trabajarem­os con Rusia cuando haga avanzar nuestros intereses y uno de ellos es generar estabilida­d: ya lo hemos demostrado con la extensión del acuerdo START [control de armas nucleares]», añadió.

Trump acordó el repliegue militar con los talibanes, pero la espiral de violencia despierta dudas entre los aliados de la Alianza

 ?? EFE ?? La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, saluda al secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ayer en la reunión de la OTAN en Bruselas
EFE La ministra de Exteriores, Arancha González Laya, saluda al secretario de Estado de EE UU, Antony Blinken, ayer en la reunión de la OTAN en Bruselas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain