DOMINGO DE RAMOS SANGRIENTO EN INDONESIA
LaLa violencia terrorista no cesa y los cristianos siguen en el punto de mira de los yihadistas. En pleno domingo de Ramos y con los feligreses en misa, dos terroristas han atacado la catedral del Sagrado Corazón de Jesús, ubicada en Macasar, al sur de la Isla de Sulawesi, en Indonesia. Los dos atacantes murieron en la explosión. Se cree que sólo uno de ellos llevaba el material explosivo, con el que han herido a una veintena de personas. Aunque las autoridades indonesias han condenado el ataque y ensalzan la libertad de fe en el archipiélago de mayoría musulmana, lo cierto es que no es la primera vez que los terroristas atacan iglesias en Indonesia. En 2018, una familia entera (una madre, un padre, dos hijos de 16 y 18 años y dos niñas de 9 y 12 años) se detonó en tres atentados coordinados contra tres iglesias de Surabaya, también durante un domingo en el que se celebraba misa. Entonces murieron 30 personas. Las autoridades creen que los terroristas del ataque de ayer podrían ser milicianos que ya participaron en otros atentados contra templos cristianos, esta vez en Filipinas. Aunque ninguna organización terrorista ha reivindicado aún el ataque, la Policía culpó ayer al grupo Jamaah Ansharut Daulah, inspirado en el Estado Islámico, «para demostrar que aún existen». Nadie tendría que tener miedo a rezar. Sin embargo, según Puertas Abiertas, en 2020 más de 340 millones de cristianos sufrieron algún tipo grave de discriminación en el mundo, siendo Asia el continente en el que más sometidos están. Dos de cada cinco cristianos fueron perseguidos en Asia y la ONG ya alertaba del deterioro de la situación en Indonesia.