El plan de Castilla y León
Siguen las movilizaciones contra la política de Planas y de Ribera. Esta semana, en concreto mañana, toca «tractorada» de los cultivadores de arroz en Valencia, entre otros motivos, por los proyectos que maneja el ministro de Agricultura para este cultivo en la próxima PAC. Después de la Semana Santa continuarán las protestas. Mientras tanto, los responsables del Ministerio no han presentado todavía proyecto concreto y global sobre la nueva PAC que se aplicará desde 2023. Uno de los instrumentos de la misma serán los llamados eco-esquemas, a los que se destinarán entre el 20 y el 30 por ciento del dinero de las ayudas directas que reciba cada Estado miembro.
Castilla y León ha hecho público su modelo de un único eco-esquema «integral de explotación». En virtud del mismo, el beneficiario recibiría lo que el documento llama un importe incentivador al acogerse al mismo y se establecen una lista de prácticas a elegir y una serie de pagos adicionales en función de las prácticas elegidas. Estas últimas se dividen en tres grupos por los tipos de superficies considerados: pastos, tierras de cultivos arables y tierras de cultivo permanentes. Dicen también que con las ideas adelantadas por el Ministerio sobre los eco-esquemas se corre el peligro de que las ayudas sean insignificantes por hectárea. Bienvenida sea esta propuesta de Castilla y León que servirá, por lo menos, para alimentar los debates a la espera de la propuesta definitiva de Planas.