Georgia, el Eibar y el mítico Pickles

SiSi usted sabe quién fue Pickles sin preguntarle a Google habrá pasado la mañana del domingo de Ramos pensando cómo le dice a su pareja que el plan de la tarde podría ser quedarse en el sofá viendo el Georgia-España. Suerte con eso, porque la mirada esa de Superman que fundía el acero puede ser una tontería al lado de la que recibirá ante esta propuesta. Pero no se preocupe. A la Federación y a la propia UEFA les cuesta mucho también vender estas fases de clasificación para el Mundial, en las que no sólo el premio gordo queda muy lejos sino que además interrumpen la parte final de las competiciones de clubes, que son las que de verdad le llegan al corazón a los aficionados. La mayoría lo que quiere es saber si el Barcelona y el Real Madrid van a remontar al Atlético en la Liga o si los de Zidane se van a cargar al Liverpool en los cuartos de Champions. Si es que hasta Haaland, que marca en todos los partidos, se ha quedado a cero ante Gibraltar y Turquía. Otro al que se le hace bola esto de la fase previa.

Y Luis Enrique prueba y prueba cosas porque siente que este camino a Qatar se hace con red de seguridad y se puede entretener en ir dando partidos a Ramos para que consiga el récord que busca. Sólo si usted sabe que Pickles fue el perrito que encontró, mientras daba un paseo con su dueño, la Copa del Mundo robada justo antes del Mundial 1966, estará pegado al televisor «vibrando» con el GeorgiaEspaña mientras graba el Albania-Inglaterra. La mayoría estuvo dando un paseo al solecito. Valía la pena sacrificar lo de ayer para asegurarse el Real Madrid-Eibar del sábado.