La Policía siembra dudas sobre Neurona y facturas de Podemos
Un informe de la brigada antiblanqueo concluye que «gran cantidad» de archivos son ajenos al 28-A
Un informe de la Brigada de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la Policía del pasado 12 marzo siembra dudas sobre la documentación aportada por Podemos al juez del «caso Neurona», facturas incluidas, para intentar acreditar los supuestos trabajos de carácter electoral que encargó a la consultora para las generales del 28 de abril de 2019, por los que el partido de Pablo Iglesias pagó 363.000 euros. En el informe , la unidad policial concluye que «una gran cantidad de archivos no se ajustan por el contenido a la finalidad del contrato» pues parecen tener «otro fin»
Un informe de la Brigada de Investigación de Blanqueo de Capitales y Anticorrupción de la Policía del pasado 12 marzo siembra dudas sobre la documentación aportada por Podemos al juez del «caso Neurona», facturas incluidas, para intentar acreditar los supuestos trabajos de carácter electoral que encargó a la consultora para las generales del 28 de abril de 2019, por los que el partido de Pablo Iglesias pagó 363.000 euros. En el informe –al que ha tenido acceso LA RAZÓN–, la unidad policial concluye que «una gran cantidad de archivos no se ajustan por el contenido a la finalidad del contrato» pues parecen tener «otro fin que no es el de las elecciones generales del 28 de abril de 2019».
Una conclusión que, añade la unidad policial, se ve reforzada por los vídeos aportados por el partido morado, «que tienen la cabecera o el cierre de la precampaña/campaña» a las elecciones autonómicas a la Asamblea de Madrid celebradas el 26 de mayo de ese mismo año –a las que concurrió como candidata morada Isa Serra–, por lo que no se refieren al 28-A, el supuesto objeto de la contratación de Neurona Comunidad.
En algunos de esos archivos, además, figuran fechas que «no coinciden con las elecciones generales» (entre ellas una de un cartel publicitario de los comicios de 2016). Algo similar ocurre, añade, con la mayor parte de documentos relacionados con comicios autonómicos aportados por Podemos al juez en una carpeta denominada «Trash».
El titular de Juzgado de Instrucción número 42 de Madrid, Juan José Escalonilla, que investiga la supuesta financiación irregular de Podemos, encargó a esta unidad policial que analizara la correspondencia entre los servicios descritos en las facturas y el contenido de los vídeos aportados por el partido morado para justificar que los servicios se prestaron.
El informe también siembra dudas sobre las facturas aportadas por Podemos para intentar justificar esos trabajos, cuyos conceptos, subraya, «son tan genéricos» que no resulta posible «determinar una relación directa entre los conceptos contratados y los facturados».
Respecto a cuatro de esas facturas –llama la atención– se ordena el pago un día antes (25 de abril) de que sean emitidas, «extremo que se entiende imposible, puesto que estaría ordenando y adjuntando unas facturas que se emiten al día siguiente», el 26 de abril.
Del mismo modo, la unidad antiblanqueo de la Policía subraya que en el contrato entre Podemos y Neurona hay «disparidad de fechas», pues las firmas electrónicas son «posteriores a la finalización de la prestación y una vez el contrato ya se encontraba vencido».
Este nuevo análisis se ha realizado teniendo en cuenta un anterior informe del pasado febrero de la Unidad Central de Ciberdelincuencia (UCC), que dio un respiro a Podemos al concluir tras analizar sus metadatos que la mayor parte de los vídeos aportados por la formación morada para intentar acreditar los trabajos de asesoría se crearon entre marzo y abril de 2019, en los dos meses anteriores a los comicios.
Pero en esta ocasión, las conclusiones son menos favorables a las tesis moradas, pues tras analizar exhaustivamente toda esa documentación, la Policía sostiene que «algunos de los trabajos presentados son susceptibles de no haber sido utilizados para la precampaña y campaña» de las elecciones del 28-A, «puesto que en la memoria entregada se encuentran archivos que no corresponden con la finalidad del contrato, bien porque se encuentran fuera del marco temporal en base a la fecha que consta en los metadatos del archivo, o bien porque una vez visualizado su contenido este no corresponde con tal fin».
En esa documentación «no consta ningún proyecto, memoria, dossier o bitácora en el que se detalle el trabajo realizado por la empresa, tal como se refleje en el contrato, ni el logotipo o anagrama de la empresa Neurona Comunidad» o de la supuesta empresa fantasma que subcontrató, Creative Advice Interactive Group.
Pero no solo eso. En la gran mayoría de los archivos analizados –continúa– se desconoce el autor y algunas de las imágenes utilizadas se encuentran incluso «sujetas a derechos de autor».
Y respecto a los archivos en los que Podemos sí identifica a su autor, la unidad policial mantiene que «la mayor parte» de ellos «tiene una relación próxima» a Unidas Podemos, por lo que serían ajenos a Neurona. Por lo tanto, se trata de archivos cuyos autores «serían ajenos a la empresa contratada».
El informe concluye que «una gran cantidad» de los archivos que aportó la formación morada son ajenos a esa campaña