«Parece que nuestro Gobierno no supo ver lo que se nos venía encima»
El doctor analiza para LA RAZÓN el golpe sufrido durante la pandemia y denuncia la precariedad de los servicios de urgencias
LaLa primera ola del coronavirus para nosotros fue un auténtico tsunami. Tanto las autoridades sanitarias como los médicos ya habíamos oído hablar de lo de Wuham en diciembre de 2019 y en febrero de 2020 mis colegas italianos me contaban el drama que empezaban a vivir allí. Pero parece que nuestro Gobierno no supo ver lo que se nos venía encima». Así se expresa el doctor Tato Vázquez, presidente de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (Semes).
-Ha mencionado que, más que ola, sufrieron un tsunami. -Efectivamente. Ese tsunami nos pilló totalmente desprevenidos, desprotegidos por entero ante la infección, pero todos nos entregamos y nos dejamos la piel, con un gran sentido de la vocación y de la responsabilidad.
-Es cierto que todo el mundo estaba asustado y que «aquello» tenía tintes apocalípticos. -Comoanuestroscolegasitalianos, nos desbordaba el desconocimiento de la enfermedad y la falta de medios. De facto, así se contagiaron muchos sanitarios, incluso algunos fallecieron, sin olvidar el alto número de pacientes. Como entonces carecíamos de EPIS, la verdad es que el espectáculo en ciertos lugares era difícil de entender, porque algunos sanitarios se protegían hasta con bolsas de basura. Y la compra de material de asemejó a un mercado turco. Si el Gobierno central no determina el confinamiento, el sistema sanitario se rompe, porque no estábamos preparados para esto.
-Pero a todos los países la pandemia les pilló desprevenidos. no de igual forma. Y esto podemos valorarlo a partir de la inversión que hacen los respectivos gobiernos en la sanidad de sus países. Si nos remitimos a la fuente de Eurostat, que es la Oficina Europea de Estadística, observamos que el gasto medio de los Estados comunitarios es del 8,5% del PIB (Producto Interior Bruto). En España es del 6,2%. Cuanto más fuerte es un sistema sanitario público, como lo son los comunitarios, mejor puede hacer frente a cualquier contingencia. Los numerosos recortes que se han ido haciendo con los años en la sanidad la han perjudicado notablemente. -¿Considera que fue un error que el Gobierno centralizase las compras?
-Totalmente. Pienso que con esa medida se cometieron errores crasos, que casi causaban la hilaridad, como, y este es únicamente un ejemplo, la compra de material de dudosa homologación. Pero, insisto, nuestro compromiso fue absoluto: trabajar sin parar las 24 horas del día y los siete días de la semana… Y otro aspecto muy duro fue la presión emocional para muchos compañeros de servicio. ¡Cuántos enfermos murieron en absoluta soledad, sin el menor contacto con un solo ser querido, únicamente con el poco cariño que podía transmitirles el tomarles la mano un médico o una enfermera! Y, si esto fue terrible para el paciente, muchos sanitarios quedaron «tocados» psicológicamente.
-En urgencias el paciente permanece poco tiempo en los llamados boxes, pues o son remitidos a planta o dados de alta. -Así debería ser, pero difícilmente llega a producirse por la gran ocupación en planta y UCI en la pandemia. Aun así, seguimos los procedimientos establecidos y el paciente Covid sigue un circuito de aislamiento, totalmente diferente al del resto de quienes acuden a urgencias.
- Ustedes tienen relación con todos los servicios de un hospital, pero no son especialistas MIR (médico interno residente). -Ha tocado nuestro gran problema profesional, una vieja reivindicación. En 2007, 2009 y 2016 se redac-Pero taron proposiciones no de ley para solucionarlo y ahí quedó todo. En prácticamente toda la UE es una especialidad médico-quirúrgica con una formación de cinco años. Nosotros, como no tenemos la especialidad, no podemos trabajar en urgencias fuera de España. Aquí estamos los más diversos especialistas, que amamos el servicio, y vamos aprendiendo con la experiencia y con cursos que hacemos por nuestra cuenta.
-¿No hay otro agravante, que es endémico en la sanidad, y es la precariedad en el empleo?
-En algunos servicios de urgencias casi el 50% de los empleos son temporales, algunos de un solo día, para volver a contratar al sanitario. Llevo 25 años trabajando en urgencias y, pese a la experiencia, el primer año me hicieron 55 contratos. Las diferentes administraciones, lejos de motivar y promocionar cada vez más tu trabajo y entregarte sin condiciones a él, genera una cierta sensación de hartazgo, de desilusión, incluso de sentirse tratado injustamente cuando un profesional lo da todo.